Irán era el único país donde las mujeres aún no tenían permitido el acceso a los estadios. Sí, de verdad, en 2019. Después de que Sahar Khodayari se suicidara al conocer su condena a seis meses de cárcel por haber asistido a un partido de fútbol, la justicia del país islámico decidió hacer una modificación  en su sistema, bastante arcaico y misógino, de leyes.

Texto. Abril Chiesa @un_heladito


Las iraníes tenían prohibido el acceso a los partidos de fútbol desde octubre de 1981, dos años después de la revolución islámica. Una locura. Sahar Khodayari, conocida como “La chica azul”, quiso pasar los controles de seguridad para ver desde las tribunas a su equipo favorito, el Esteghlal.

Pero la joven acabó detenida, la acusaron de “cometer abiertamente un acto pecaminoso”. Luego de que le comunicaran su condena, Sahar decidió incendiarse viva y murió en el hospital con el 90% de su cuerpo quemado. Amnistía Internacional y Human Rights Watch pidieron a la FIFA que ponga fin a la prohibición y permita la presencia de mujeres en los estadios. Después de 40 años, la muerte de Sahar Khodayari cambió la historia.

¿Así de lejos hay que llegar para que los estados no se pasen por encima los derechos de las mujeres?