Un nuevo informe realizado por un grupo de científicos de Austria desestima el llamado Efecto Mozart. Muchas personas creían que los bebés menores de tres años que escucharan piezas del compositor verían más desarrolladas sus capacidades intelectuales.

¿Cómo surgió esta creencia?

En 1993, una revista científica norteamericana publicó un estudio que aseguraba que escuchar sonatas para dos pianos en Re mayor de Mozart, tenía efectos en la mejora de la capacidad de razonamiento espacial de los niños. El llamado efecto Mozart generó un gran eco a nivel internacional. En 1998 en Estados Unidos se regalaron discos compactos con la pieza a madres primerizas. Y la obra del compositor austríaco obtuvo un récord de ventas.

¿De qué habla el nuevo estudio?

Los psicólogos vieneses revisaron 39 estudios al respecto e hicieron que 3.000 personas escucharan la pieza musical. Sin embargo, no encontraron cambios significativos en sus habilidades cognitivas. “En general, hay poca evidencia de una mejora del rendimiento, específicamente causada por el efecto Mozart”, asegura la presentación del estudio. Los resultados se publicaron en la revista Intelligence. Además se le incluyó en la obra “50 grandes mitos de la psicología popular” del profesor Scott Lilienfeld.

La música es la respuesta

Podemos concluir es que quizás Mozart no sea exclusivamente el compositor que mejore la capacidad intelectual de los niños pero lo que sí coinciden todos los análisis es que escuchar música mejora el comportamiento y salud fisiológica de los bebés. ¡A escuchar a tu cantante favorito!