Barcelona está ubicada en un punto estratégico de Cataluña que nos permitió hacer varias escapadas a otras ciudades de esta hermosa comunidad. Si tenés varios días en la capital catalana o no es la primera vez que la visitas, ¡te recomendamos cuatro lugares para ir a pasar el día que seguro te van a encantar!
Texto. @theviaje_ – www.theviaje.blog
Son Rochi y Agus.
Dos amigas unidas por un viaje. En septiembre 2017 sacaron un pasaje de ida al viejo continente y desde entonces no paran de sorprenderse, aprender y disfrutar.
MONSERRAT
El Macizo de Montserrat está ubicado a 30 km del centro de Barcelona y es la montaña más significativa de Cataluña. Es un lugar bellísimo, rodeado de naturaleza y en su cima se encuentra el Monasterio de Santa María de Montserrat. ¡Nos resultó una locura encontrarlo en el medio de tanta inmensidad!
Lo que más disfrutamos fue el Mirador de Sant Jeroni, el pico más alto del macizo, aunque las vistas son increíbles desde cualquier punto. También existe el Funicular de Sant Joan que te sube a mil metros sobre el nivel del mar, en donde podrás encontrar un restaurante y grandes vistas panorámicas.
A su vez, está el Museo de Montserrat y varias iglesias para visitar, aunque creemos que el mayor atractivo del lugar es el entorno natural y las vistas que ofrece.
¡Cargá la mochila y disfrutá del día en este lugar que parece de Game of Thrones!
CADAQUÉS
El “pueblo más bonito del mundo”, según Salvador Dalí parece detenido en el tiempo. Se encuentra a 175 kilómetros de Barcelona y te recomendamos quedarte al menos una noche.
Una de las atracciones más elegidas es la Casa Museo Salvador Dalí, que fue habitada por el pintor junto a su mujer. Se encuentra en la Bahía de Portlligat y es imprescindible comprar las entradas por anticipado, por teléfono o internet. Lo que más nos gustó fue el parque lleno de olivos con vista al mar. El interior alberga la última obra, incompleta, del artista.
El centro está situado en el casco antiguo de origen medieval que solía estar rodeado por una gran muralla. Perderse por sus calles angostas y empinadas es un gran plan. También podés recorrer el Paseo Marítimo y hacer un stop para comer algo. En Cadaqués todo va a un ritmo más lento y se respira otro aire.
En el punto más alto del núcleo antiguo se encuentra la Iglesia de Santa María, desde donde se puede ver la mejor panorámica de la bahía. A pesar de que el verano sea su fuerte, esta joya de la Costa Brava ofrece una gran variedad de actividades y atractivos durante todo el año.
SITGES
A sólo 40 kilómetros al sur de Barcelona se encuentra Sitges. A orillas del mediterráneo, esta hermosa ciudad tiene el encanto de un pueblo costero. Pasamos un día recorriendo sus calles repletas de casitas blancas. En temporada alta, está inundada de turistas que la eligen como destino por la forma en que combina las playas, la vida nocturna y la movida cultural.
El centro de la ciudad se puede recorrer completamente a pie hasta llegar al Paseo de la Ribera que ofrece una gran oferta gastronómica, con mesitas al aire libre y una atmósfera canchera.
La Iglesia de San Bartolomé es uno de los lugares más característicos y con el mar a su lado, forman una auténtica postal. La ciudad también tiene una gran cantidad de museos, actividades y festivales. La visitamos durante el Festival de Cine Fantástico.
TARRAGONA
Tarragona es un destino muy elegido por los españoles e italianos para pasar sus vacaciones de verano. Entre los puntos más destacados a ver se encuentran la Catedral, construida en la parte más alta de la ciudad y el Anfiteatro Romano, destinado a luchas de gladiadores y espectáculos medievales.
Desde el Balcón del Mediterráneo, un mirador abierto al mar, podrás tener unas vistas hermosas y escuchar a algún músico callejero. Las playas de Tarragona, conocidas como la Costa Dorada, te invitan a descansar en cualquier época del año por su clima templado y su ubicación geográfica privilegiada.
Entre la Rambla Nova y la Plaza de la Font, se puede sentir la esencia romana intacta y las calles son capaces de trasladarte en el tiempo. Muchos restaurantes están situados en edificios históricos y como buen puerto del Mediterráneo, su gastronomía se basa en productos que vienen del mar. Nuestro elegido: La Fideuá.