Basta de pensar que hay que bajar un par de kilos para el verano, basta de dudar frente al espejo si está bien o mal usar tal bikini o short de baño… que si empezar el gym en diciembre o antes. Basta de todo esto. El verano es nuestro y tenemos que disfrutarlo, como estamos, como queremos. Todos los cuerpos son cuerpos de verano. 

Por: Belén Prieto | Imágenes: Freepik, Shutterstock, Instagram. 


Mientras más calor hace, menos ropa usamos y más exponemos nuestra piel. Y aparece en esa ecuación el “cuerpo de verano”. Pero ese concepto, en la actualidad, ha muerto… o la verdad que debería hacerlo. Esa antigua y opresora forma de pensar se enfrenta hoy a la realidad de la diversidad y a la aceptación creciente de cuerpos reales, que no necesitan cambiar solo porque llega el calor.

Pero, más allá del movimiento body positive y su crecimiento, nuestra mentalidad todavía está en proceso de cambio y la de los portales de noticias ni te cuento.Es 2022, suben las temperaturas y siguen apareciendo artículos en múltiples portales de todos los países del mundo que nos invitan a hacer “5 ejercicios rápidos quema calorías para bajar rápido de peso” antes de ir a la playa. Es 2022, llega diciembre y se siguen escuchando esos comentarios de “quiero llegar al verano”. 

¿Queremos seguir con esa mentalidad? No podemos escuchar la respuesta de quienes leen esta nota, pero imaginamos que todos nos acompañan cuando respondemos “no”  a esa pregunta. Es cansador y perjudicial para nuestra salud mental y física intentar llegar a un cuerpo distinto al que tenemos solo porque la sociedad nos dice que es el correcto. 

Argentina es el segundo país con más trastornos de conducta alimentaria (TCA). Según datos de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA), entre un 10 y un 15% de la población argentina vive con un trastorno de este tipo. Y esta mentalidad que imponen la sociedad, los medios y claramente nosotros mismos, es uno de los motores de este porcentaje.

Las mujeres son las que más sufren de estos trastornos, según revela ALUBA.

Entran en juego en los últimos años las redes sociales, donde influencers y celebrities muestran sus cuerpos; y es claro que el algoritmo prioriza mostrar aquellos hegemónicos. Y así, adolescentes y adultos que se comparan con ellos, empiezan a maquinar con cambiarse para ser más parecidos a lo que ven en sus pantallas. Medios, redes sociales, televisión, cine, los mismos médicos… todos promueven el concepto de que ser delgado es igual a ser feliz y lindo. Todos promueven que ser delgado es la forma de llegar al verano. 

Los trastornos de la conducta alimentaria aparecen por lo general con la llegada de la pubertad. Pero aparecen en una personalidad que ya tiene ciertas dificultades o cierta patología previa.

Seamos gordos, flacos, bajos, altos o lo que sea, nadie más que nosotros debería tener opinión e influencia sobre nuestro cuerpo. Y solo deberíamos cambiarlo si afecta a nuestra salud. Con ese último párrafo recordamos que ser gordo no es igual a no ser sano. No significa diabetes, no significa no hacer ejercicio, no significa nada de eso. La gordofobia te dice que ser gordo está mal, pero el body positive nos invita a cuestionarnos nuestra mentalidad y – bien promovido – permite empezar a dejar atrás “el cuerpo de verano”. Porque, hoy y esperamos que para siempre, todos los cuerpos son cuerpos de verano. Solo vos y tu médico de confianza pueden decidir si es momento de adelgazar.