En tiempos en los que todo resulta incontrolable y extraño, la Licenciada Jimena Peyrou Arias, sexologa y psicóloga, nos explicó en qué consiste el sexting y cuál es el motivo por el cual no es cierto que nació con la pandemia.

Entrevista: @carotopolaperiodista / Texto: Jimena Peyrou Arias / Fotos: Freepik


¿De qué se trata el sexting?

El sexo virtual,  hoy más conocido como Sexting, se ha convertido en una práctica más común y a su vez recomendada debido a  la pandemia mundial que nos limita la posibilidad de relacionarnos sexo-afectivamente como lo hacíamos antes. Sin embargo, es un práctica que se remonta a muchos años atrás, cuando comenzaron los mensajes de texto y aún antes de que existan los celulares, tanto con la llamadas “cartas de amor” como con las famosas “hotline” donde llamabas y tenías una conversación erótica con alguien que estaba al otro lado del teléfono.

Sexting es un neologismo que proviene de “Sex” (sexo) y “texting”  (intercambiar mensajes). Consiste en el envío de  mensajes de texto, imágenes, fotografías o videos con contenido sexual o erótico, vía Internet o teléfono celular. Por lo tanto es todo intercambio erótico a través de las diferentes vías de comunicación donde se da una relación sexual a distancia, considerada una práctica sexual en sí misma. 

 ¿Se deben poner reglas antes de realizar la práctica?

Al igual que cualquier práctica sexual debe ser consensuada por quienes participan de la misma, sean dos o más personas. Por ejemplo, no entra dentro de una práctica consensuada enviarle fotos con contenido sexual a alguien que no te lo pidió. Cuando las partes están de acuerdo, es importante no dar por sentado que el otro sabe lo que yo pretendo o dar por hecho que el otro no va a compartir con otras personas los diferentes intercambios que se den en la práctica de sexting. Las pautas se ponen en conjunto y es muy importante estar de acuerdo en las mismas y sobre todo, respetarlas. De no hacerlo, se estaría cometiendo un delito sexual.

 Sin embargo, a pesar de que las reglas estén claras y aceptadas por los participantes, no todo es tan sencillo, por varias razones. Por un lado, porque cuando se practica sexting te encuentras en un buen momento con la(s) otra(s) persona(s), pero eso puede cambiar por diversos motivos. Puede producirse una pelea entre las partes y que una de ellas decida usar esa información compartida para hacer un daño, exponiendo a la otra persona sin su consentimiento, práctica que lleva el nombre de “Pornovenganza”. También pueden existir chantajes a  cambio de algo, por lo general dinero,  amenazando con la divulgación del material antes compartido, lo cual entraría en una “Sextorsión”.

Otro aspecto que puede convertir en  peligrosa esta práctica es si la realizamos con personas a las cuales no conocemos para nada, o sea, entablar los primeros vínculos a través de las redes sociales y comenzar a chatear y enviar contenido erótico sin tener la certeza de a quién se la estamos enviando. Esta persona puede parecer confiable y al no conocerla quedamos más expuestos a malas intenciones. En este punto debemos, los adultos, tener especial atención en el uso de la tecnología por parte de niños y adolescentes, es común que se de lo que se llama “grooming “donde a través de perfiles falsos se entabla un vínculo con un menor de edad, generando confianza. En ese momento se les piden fotos íntimas y se los extorsiona para que les manden más a cambio de no divulgar las que ya se tienen. A través del grooming alimentan bancos de imágenes de pornografía infantil.

¿Y qué hay que hacer en esos casos?

Frente a una estafa provocada a través de esta práctica, ya sea con personas conocidas o desconocidas se recomienda no entrar en pánico y no borrar los textos ni las imágenes y hacer la denuncia correspondiente, según el lugar donde se viva. 

¿En qué se diferencia el sexo tradicional con el virtual?

La diferencia más notoria es la ausencia de la presencia del otro, si bien se está presente a través de los mensajes o fotos, no es lo mismo compartir junto alguien donde lo podes tocar, oler, saborear y sentir a no poder hacerlo. Sin embargo la falta de estos sentidos puede llevar a que podamos enriquecer el juego desde otro lugar. Podemos dar más lugar a la imaginación, crear fantasías en conjunto, imaginar prácticas que en la realidad no nos atreveríamos a hacer,  pero que a nivel de la fantasía y del relato erótico funcionan de maravilla. Otra diferencia importante es que la ansiedad que genera la presencia física del otro no es la misma que la que se genera con el otro a través de la pantalla. El hecho de estar en soledad con el otro a distancia, nos permite acercarnos a nuestro propio cuerpo, explorar las diferentes sensaciones que sentimos, tocarnos, observar nuestros más variados ángulos… Sin embargo luego de sextear con alguien, si se decide encontrarse en persona, las expectativas pueden ser muy altas y eso inevitablemente va a influir en la ansiedad que podamos generar y en los resultados de ese encuentro. Debemos recordar que lo que se dice y se propone en una práctica de sexting no necesariamente se querrá  hacer realidad. Por otro lado tener presente no abusar de los ángulos perfectos,  los filtros y los “resaltadores de belleza” porque en la vida real no los tenemos. 

¿Qué es lo positivo del sexting?

Nos puede servir para mantener nuestro deseo sexual elevado y practicar la auto estimulación la cual tiene muchos beneficios para la salud, como ser la disminución de estados de ansiedad,  fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el estado de ánimo por las secreciones que se producen a nivel cerebral.

 ¿Cómo tener un sexting seguro?

-No identifiques tu rostro.

-No muestres  tatuajes y/o piercings  que te puedan identificar fácilmente. 

-Cuidá el espacio donde te sacás las fotos, que sea en lugares neutros y que no se asocien fácilmente a vos.

-No guardes tus fotos en la nube porque son hackeable. 

-Usá las aplicaciones que están pensadas para estas prácticas ya que destruyen las imágenes o no permiten re-enviarlas (Por ejemplo Telegram o Disckreet).

-Si vas a guardar las imágenes que sea en una carpeta con contraseña por si te roban o se te pierde el teléfono.

-Elegí una red para el intercambio de fotos, no hacerlo a través de todas las redes.

-Naturalizá el tema en tu casa y hablá de esta práctica como una práctica más referida a la sexualidad.

-Si te llega una foto erótica o sexual de alguien, no ayudes a viralizarla, la empatía ante todo! 

Por tanto el sexting no es una práctica a ser juzgada, es un canal más para la expresión de la sexualidad, sin embargo quien decida realizarla deberá hacerlo con  responsabilidad, como cualquier otra práctica sexual.