SI BIEN EL ARTE NO ES SÓLO SEXO, EL SEXO BIEN PODRÍA CONSIDERARSE UN ARTE. MUCHOS DEDICARON SUS CARRERAS ENTERAS A RETRATAR LO ERÓTICO, AL ACTO DE HACER EL AMOR EN TODAS SUS FORMAS Y A SATISFACER NUESTROS IMPULSOS PRIMARIOS. PARA VOS QUE SEGUÍS TODAS ESAS CUENTAS DE FOTOS OSADAS EN INSTAGRAM, TE DAMOS OTROS EJEMPLOS BASTANTE INTERESANTES.

Texto. Belén Macua / Ilustración. Brunancio


El sexo es una fuente de inspiración inagotable para el arte a lo largo de su historia. Pintores, escultores y fotógrafos no sólo investigaron exhaustivamente el cuerpo desnudo y su anatomía, sino que se adentraron en los distintos aspectos de la sexualidad humana y la intimidad entre dos o más personas.

El pintor Pablo Picasso aseguró que el arte y la sexualidad son la misma cosa. Fiel a ésta máxima desde la cuna, a sus trece años presentó un dibujo de dos burros apareándose, con una anotación grosera. Probablemente su maestra del primario huyó despavorida o lo derivó con un psiquiatra, sin saber que ese mismo bosquejo, algunas décadas más tarde, sería exhibido en los museos más importantes.

Carne trémula y sudorosa, penes y vulvas en primer plano, dos o más cuerpos unidos en comunión invitando al espectador a ser parte de una bella orgía. Parecen escenas sacadas de una película porno pero son fotografías y pinturas que buscan inmortalizar uno de los actos más naturales que realiza el ser humano.

ARTE INCÓMODO

El pintor y fotógrafo, Robert Mapplethorpe, incursionó en el arte con pinturas y collages hechos con recortes de revistas gays o fotografías. Cuando obtuvo su primer cámara comenzó a fotografiar a sus amigos y conocidos, muchos de ellos actores porno o miembros de la comunidad sadomasoquista underground de Estados Unidos. El libro “Éramos unos niños”, que escribió su íntima amiga Patti Smith, cuenta: “(Robert) decía que el arte lo conducía al diablo y mantenía sexo con él”.

Mientras se formaba como artista, descubría su propia sexualidad. Luego de ver la película Cowboy de medianoche, que trataba sobre un vaquero que se prostituía en Nueva York, incorporó el concepto de “puto” en sus obras. Algunas eran fuertemente explícitas, como el famoso autorretrato en el que tiene un látigo insertado en su ano.

Otras sugerían sin mostrar, como “Two men dancing”, donde se ven dos hombres, con el torso desnudo y coronas puestas, abrazados bailando.

Su trabajo abordaba temas que incomodaban a la burguesía refinada y conservadora, quienes creían que el amor debía ser politicamente correcto. No querían ver expuesto en sus museos fotos de personas ingiriendo heces o practicando bondage. No eran obras para que tu mamá comparta con sus amigas tomando el té, aunque quizás más de una disfrutase de éstas en privado. Años después, el movimiento LGTB las adoptó como símbolos de su lucha por la igualdad y la libertad sexual.

CHINA SIN CENSURA

El poeta y fotógrafo chino, Ren Hang, construyó su carrera retratando a la juventud culta de Pekín en situaciones “escandalosas”. Sólo sacaba a sus amigos porque los extraños lo ponían nervioso. Pero sus conocidos no eran gente que podés cruzarte yendo al almacén. Todos tenían cuerpos esculturales y estaban dispuestos a desnudarse frente a la cámara y posar sin vergüenza. En su trabajo se observa como une la homosexualidad y la heterosexualidad. No da lugar a las etiquetas. Lo importante es el sexo.

Sus fotografías muestran hombres saliendo de la bañera mientras comen un pedazo de sandía, o lamiéndose las axilas, mujeres desnudas con serpientes recorriendo su cuerpo, primeros planos de penes con llaves colgando de ellos. En la publicación “British Journal of Photography” dijo que quería evitar que el mundo piense que los chinos eran robots o que escondían sus genitales como tesoros.

Volcaba sus pensamientos oscuros y eróticos en pequeños poemas que publicaba en su página web. En ellos expresaba sus deseos de hacer el amor con extraños cuando su pareja no estaba, luego llamarlo/a y contarle todos los detalles para hacerlo enojar. Podría decirse que era una suerte de Charles Bukowski asiático sin su adicción al alcohol y férrea misoginia.

SUEÑOS HECHOS REALIDAD

Todos fantaseamos constantemente, soñamos que nos acostamos con el taxista que nos trajo a casa, que tenemos un tórrido romance con el amigo de papá o que hacemos una orgía con el sacerdote y las monjas de la Iglesia del barrio. La ilustradora anónima, Apollonia Saintclair, se dedica a dibujar aquellas fantasías que tenemos en nuestro día a día pero que, por algún motivo, no podemos hacer realidad.

Sus ilustraciones monocromáticas mezclan el realismo con lo onírico. Se ven mujeres teniendo sexo con una pila de ositos de peluche o varios nadadores tirándose de clavado dentro de la bombacha de una señorita. El arte nos enseña que nuestra imaginación no conoce límites por lo que no deberíamos intentar imponérselos.

“Ya lo dijo Pablo Picasso: el arte y la sexualidad son la misma cosa. Fiel a ésta máxima desde la cuna, a sus trece años presentó un dibujo de dos burros apareándose”

BORDADOS QUE NO HARÍA TU ABUELITA

La colombiana María Alejandra Garzón hace bordados pornográficos. Su serie llamada “Suntuosa vulgaridad” aborda el universo sexual femenino sin censura. Sus trabajos hechos a mano muestran mujeres haciendo felatios o traseros rosados reclamando nalgadas dentro de un marco de delicadas rosas.