Irreverente, despretencioso y un tanto peresozo: así se define el scrumbo style, que se posiciona no solo como una tendencia de moda, sino como un estilo de vida.
TXT. Murilo Brito (@TheFancyRebel)
El término “scrumbo” apareció por primera vez al ser mencionado por la editora de Vanity Fair Kenzie Briant, en un intento de describir el estilo de personajes como Justin Bieber y Pete Davidson, en Julio de 2018.
Según el Diccionario Urbano, la palabra se refiere a la evolución del normcore – una tendencia predominantemente masculina que implica en no importarse con la imagen personal.
Mezclas de prendas y accesorios de grandes marcas, superpuestos con piezas que sacaste del perchero de tu viejo, o de ferias americanas, todo combinado con una dosis de atrevimiento en el mejor estilo “I woke up like this“. La mayoría (para no decir todos) de los traperos acá en Argentina entraron en esta onda: básicamente es la junción de no tener un senso estético y tener mucha plata para gastar, sin importarse en seguir una único estilo.
GET THE LOOK!
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Lo que, en palabras, se traduce a un estilo que implica en no tener una imagen definida. Es menos que un juego de combinar piezas y más “agarré lo primero que vi, y me importa un c@raj**” (de ahí salieron el uso de medias con slippers).
Pero lo que arrancó como un manifiesto en contra del mainstream en outfits masculinos, rápidamente entró en la moda femenina, no solo como un acto de rebeldía a la imagen de “chica perfecta”, sino también como un paso más allá de todo lo que es genderless y tomboy. Una de las difusoras de este estilo es la cantante americana Billie Eilish, y la modelo Cara Delavigne.
GET THE LOOK!
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Así como la “bad guy” Billie, todos amamos un buen acto de rebeldía – además si fue mecanizado a partir de la moda. Este estilo en particular también puede ser visto en dibujos animado pensados para adultos, cómo el éxito de Netflix, Bojack Horseman.
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Por mayor que sea la irreverencia de este estilo, la imagen final es interesante y representa la esencia de la juventud moderna: no importarse tanto con la percepción de los otros hacia ti. Esto nos muestra que el anti-fashion, también es moda.
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