El café de especialidad llegó para quedarse. El paladar de los consumidores está evolucionando y este tipo de café es un producto que, una vez que lo probás, descubrís lo que antes no conocías y no podés volver atrás. Los cafés de cadenas pierden su magia y los lugares que se esfuerzan en servir un producto pensado, con granos tostados conscientemente, toman el protagonismo. 

Por: @beluprieto | Fotos: Bicho, Santal, Padre, LAB, Cuervo.


“Hay una tendencia a prestar más atención sobre lo que consumimos, empezamos a notar la calidad de los ingredientes y el café no es la excepción”, cuentan desde Cuervo. Y en Santal continúan con la idea: “las cadenas están perdiendo una gran parte de su marketshare porque no le están dando importancia a la calidad del café”. 

Cada uno de los cafés de especialidad de la Ciudad de Buenos Aires tiene su toque único para conquistar a sus clientes. Ofrecen una bebida que implica tanto de un grano de calidad, como también un buen barista que logre reflejar y resaltar los atributos del grano. Es un proceso pensado de comienzo a fin. 

Estos son nuestros favoritos: 

1. BICHO CAFÉ | OLLEROS 1637 

Este proyecto surgió en plena pandemia buscando la excelencia en su producto estrella: el café. Como cuenta Luciano Prats, uno de los socios fundadores, en Las Cañitas encontraron un “lugar mágico”, a metros de los parques más lindos de la Ciudad. Está ubicado frente al boulevard de Olleros, con una arboleda hermosa.

El diferencial de Bicho es la calidad de los productos que usan y la comodidad que uno siente en su local: no busca tener clientes, sino amigos que vayan a tomar un rico café y disfrutar de la compañía de los dueños y el personal.  

Si vas a este café de Las Cañitas, sí o sí te recomendamos pedir un Flat White o, para los que se animan a ir un paso más, un Magic (su café especial). 

2. SANTAL CAFÉ | VIRREY DEL PINO 2235 

Ubicado en Belgrano, este café sumó a su propuesta recientemente una segunda sede a dos cuadras de la original, con un concepto a la calle muy interesante. 

En sus inicios surgió con la intención de armar la propuesta gastronómica de Spa Belgrano, que está en el barrio hace 20 años, con el objetivo de que los clientes terminen su experiencia comiendo y tomando algo rico después de sus tratamientos. Hoy Santal Café es eso y mucho más. Una experiencia única en sí misma: está en una casa que es patrimonio histórico, con espacios muy distintos para sentarse a disfrutar. Distintos livings, vereda, patio y pérgola, cada lugar tiene su encanto y eso lo hace único. 

En este café de Belgrano creen que la fórmula ideal para un café de calidad es la combinación de una buena máquina, un buen grano de café tostado y un barista que esté entrenado. Es 33% cada uno. 

Si vas, te recomendamos probar el Flat White, AvoToast y Budín de Banana Split.

3. PADRE | JORGE LUIS BORGES 2008 

Este espacio surgió como resultado de tres generaciones dedicadas a la selección, importación y tueste de granos de café de diferentes partes del mundo: Roca Mora Coffee Roasters. 

Ubicado en Palermo Soho, se diferencia de otros cafés por participar de principio a fin en el desarrollo de su producto: no compran los granos tostados de un proveedor, sino que viajan al origen, seleccionan los granos, los importan y tuestan ellos mismos. Ese es su increíble valor agregado. Están presentes en todo y se nota en el resultado final. 

Hoy en Padre cuentan con más de 35 cafés en su carta: desde filtrados de cafés africanos y café colombiano orgánico para expresso hasta cafés con nutella y coctelería a base de café, tienen una opción para todos los gustos. 

Dato importante: el café con nutella está servido directamente en un pote de Nutella, es increíble 😉 

4. LAB TOSTADORES | HUMBOLDT 1542

Esta cafetería de especialidad se diferencia del resto porque sus inicios se remontan a una fábrica tostadora de granos de café a puertas cerradas. 

En 2012, Alexis y Paula, dos socios que venían de la gastronomía, notaron una gran diferencia entre el café que se encontraba tanto como materia prima y preparado en el país con el del exterior. Por eso, decidieron abrir su fábrica que, en 2014, mutó a lo que hoy es LAB: una cafetería de especialidad como las que se encontraban afuera, con un sistema de autoservicio, de barra, en donde el foco está en la calidad del café.  

Esta es la recomendación de Alexis: “para quien no conoce el café de especialidad cualquier bebida va a ser una experiencia nueva. Para salirse de las típicas, una buena opción puede ser un cold brew o una kombucha de café. Una opción súper interesante a nivel sensorial y de salud”. 

Nosotros recomendamos también pedir alguna de sus bebidas a base de chocolate, como un mocha, ya que en LAB producen su propio chocolate 😉 es una combinación de sabores increíble. 

5. CUERVO | EL SALVADOR 4580

Agustín Caro tenía la intención de abrir un café desde el 2007, cuando conoció el concepto del café de especialidad en Nueva Zelanda. Años después, en 2016, decidió investigar la posibilidad de verdaderamente abrir uno con Pablo, su amigo de la infancia. 

Con rapidez sincronizaron sus ideas y objetivos y en junio del 2017 abrieron Cuervo, una tienda de café de 36m2 con ventana a la calle desde la que atienden en Palermo. Es un espacio extendido a la vereda, desde mucho antes que los locales gastronómicos se vean obligados a tomar esa medida. 

Este café elegido por muchos gracias a su calidad se distingue de otros por tener sus prioridades claras: el producto, el equipo, la atención y la música. “Cuervo es un lugar en el que la energía se siente, la música es nuestro canal de comunicación más claro”, cuenta Agustín. 

Si vas a Cuervo, está es la recomendación: un café filtrado de alguno de los granos de especialidad que tuestan ellos, o sino un flat white, que es una bebida a base de doble shot de ristretto y leche sutilmente vaporizada para lograr una textura sedosa y cremosa. 

 

¿Cuál vas a probar primero?