Colegiales es tranquilidad, originalidad y gastronomía. Con la apertura de nuevos espacios, cafés, restaurantes, bares, se ha convertido en uno de los polos gastronómicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Con sus edificios bajos y esencia barrial, comer en Colegiales no es para los que van apurados. Cada espacio está pensado para frenar un rato, quedarse a comer rico y – en algunos de nuestros elegidos – tomarse un buen vino. Acá les contamos las 5 paradas clave en este barrio hermoso de Buenos Aires; como Anafe y Loreto Garden Bar que se han convertido en clásicos, y Altar, la nueva joyita de café y tarot para conocer.
Por: Belu Prieto (@belucomiendoenlugares) | fotos: Helka, Altar, Salvaje, Anafe, Loreto.
1. HELKA WINE LOUNGE // FREIRE 1117 // JUEVES Y VIERNES DE 18.30 A 23, SÁBADO DE 12 A 23 Y DOMINGO DE 13 A 20 H.
UN MULTIESPACIO MÁGICO DE VINO DONDE TODO PUEDE PASAR
Helka es un espacio distinto, ubicado en una casona antigua de 1927 con distintos espacios. El objetivo de sus socios fundadores fue crear una vinería que haga sentir a sus clientes como en casa, y lo lograron. Este bar es para ir, quedarse largo rato y disfrutar de sus muchas tapas maridadas a la perfección con los vinos que ofrecen. Su gastronomía está maridada para el vino.
“Todos nuestros vinos son de bodegas boutique de pequeños productores que descubrimos en nuestros viajes por el país” – cuenta uno de sus dueños.
La idea es más de picoteo, sentarte a disfrutar un vino e ir picando distintas tapas a lo largo de la noche. Además, es una oferta amplia, con un giro elevado y friendly para veganos, vegetarianos y celíacos. Siempre todo de la mano de las increíbles actividades y eventos que organizan: hay tarot y vino, catas a ciegas, wine and play, y mucho más. Helka es especial.
WATT RECOMIENDA: las arancini, unas croquetas de risotto de hongos con corazón de queso azul. Desde Helka nos aconsejan marinarlas con un buen pinot noir. Es más, hasta hay una bodega ideal: Desierto 25. Un pinot noir pampeano.
2. ALTAR // CESPEDES 3065 // DE MARTES A DOMINGO DE 9 A 19 H.
UN LUGAR DE ENCUENTRO PARA DISFRUTAR LA CEREMONIA DEL CAFÉ
Este proyecto surgió a partir de una transformación personal de Mery, su dueña. Pasó de ser maquilladora y peinadora a crear Altar. Después de un tiempo caminando por Colegiales, notó que no había ningún café de especialidad por su zona. Así, pensó en abrir uno propio y, con la vuelta a esta cierta normalidad, encontró su espacio sobre la calle Céspedes para en junio de este año abrir Altar.
“Es un espacio para el encuentro. Por eso esta dispuesto y centrado para que todos se vean, tanto los del servicio como los comensales”, Mery.
Es un local acompañado de plantas, que no solo están a la venta sino también como parte del lugar, dándole vida. También lo acompaña el lenguaje sagrado del tarot, que cada uno está invitado a descubrir si quiere.
Su café es increíble. Trabajan con Fuego Tostadores y, actualmente, utilizan un blend de Brasil y Guatemala. El flat white es el clásico que hay que probar siempre en los cafés y este espacio no es la excepción. Pero, para los que no son tan fans del café, tienen opciones de té o un increíble chocolate caliente de chocolate blanco y lavanda.
Su oferta gastronómica es de pastelería: hay medialunas, croissants, panes de masa madre. También hay tortas. Los clásicos fosforitos y palmeritas no pueden faltar. Y obvio que hay opciones veganas 🙂
WATT RECOMIENDA: la estrella y la que hay que probar sí o sí es la torta de naranja, almendras y mascarpone; que, además, es sin TACC.
3. SALVAJE BAKERY / DORREGO 1829 / DE MARTES A DOMINGO DE 9 A 20 H.
LA PANADERÍA QUE LLEGÓ PARA DESESTIGMATIZAR LAS HARINAS
Este espacio surgió en 2016 con la idea de ocupar un hueco en Buenos Aires que necesitaba ser llenado. Para los que no saben, Salvaje es principalmente una panadería que hace muchas cosas apasionadamente.
“Quisimos desestigmatizar la visión negativa que la gente tenía sobre las harinas, trabajando un producto de mayor calidad y que realmente sea un alimento” – Martin Ortiz, uno de sus dueños.
En Salvaje hay una energía especial que se nota apenas entras. El local tiene vida propia. Quienes son ávidos consumidores no solo se acercan como clientes, sino también por su fuerte arraigo con los productos y el espacio, que – aunque es chico – se hace grande con su variada oferta gastronómica. Aunque más que nada son una panadería que hace todo con masa madre, no se quedan ahí: ofrecen café de especialidad, tés, vinos, tragos, tartas, sándwiches, pastelería y también brunch. Hay de todo para todos.
La elección de ubicarse en Colegiales no fue sin querer. “Buscamos un lugar un poco alejado del foco de tránsito de gente porque, en una primera instancia, no sabíamos si podíamos atender a una demanda tan fuerte. Queríamos que quienes vinieran, lo hicieran porque entendían lo que estábamos haciendo, que no fuera un lugar tan de paracaidistas”, cuenta Martín.
WATT RECOMIENDA: lo cierto (y obvio), es que no podés ir y no probar un pan. Hornean todos los días. Cada pan suyo es un trabajo de 24 horas. Pero, si querés probar varios panes sin tener que comprar variedad, en su brunch la panera viene con distintas variedades para elegir 😉
4. ANAFE / VIRREY ÁVILES 3216 / TODOS LOS DÍAS DESDE LAS 19.30 H. VIERNES, SÁBADO Y DOMINGO DESDE LAS 12 H.
UN CLÁSICO DEL BARRIO CON GASTRONOMÍA DEL MUNDO
Este proyecto surgió de las ganas de Mica Najmanovich y Nico Arcucci de ir a comer rico a un lugar y tomar buen vino. Justo los dos volvían de sus respectivos viajes (Mica de Melbourne y Nico de Barcelona) y vieron en la ciudad el potencial de lo mucho que había por hacer.
Todo empezó con un pop-up para amigos en la casa de la tía de Mica. Con el tiempo, se fueron sumando más y más pop-ups hasta que abrieron Anafe como un restaurante a puertas cerradas en el octavo piso de un edificio frente al Mercado de Pulgas.
El éxito de la propuesta fue increíble y, no hace| tanto, se transformó en lo que es hoy: un restaurante a la calle increíble ubicado en Colegiales y con una privilegiada vereda a la que le da un hermoso sol al mediodía.
“Es hermoso poder tener público de todo tipo, la calle te abre el espectro, te posiciona distinto, te otorga seriedad. Y nosotrxs vamos en serio con esto”, Mica y Nico.
En este espacio se ofrece gastronomía del mundo. “Es como si en Anafe viviesen todos los países y cocinacen juntos, cada uno aportando lo suyo”, cuentan. Sin mucho blabla, es un lugar donde se come rico, se toma rico vino y se la pasa muy bien.
WATT RECOMIENDA: la carta es variada y probar cada plato vale la pena, pero si nunca fuiste no te podés ir sin haber probado el Paté y para el final un Profiterol de postre. No te vas a arrepentir.
5. LORETO GARDEN BAR / VIRREY LORETO 2912 / DE LUNES A SÁBADO DE 10 A 16 H.
PARA ALIMENTARTE BIEN, SANITO Y GOZAR DEL MOMENTO
En mayo del 2009, los hermanos Andrés y Martín decidieron abrir Loreto en Colegiales. El primero es cocinero y el segundo arquitecto. El primero desarrolló el menú, el segundo se encargó de la remodelación de la casa art deco donde está ubicado el restaurante hoy.
“Loreto es relajado, es un espacio de encuentro donde uno va no solo para alimentarse bien y sano, sino para llenarse de paz y charlar” – Andrés.
Su oferta gastronómica incluye a muchos, si no es a todos: la mayoría de sus platos son veganos, vegetarianos y/o sin gluten. La verdura es la estrella, pero hay de todo. Desde platos simples y clásicos, hasta los originales de Loreto.
WATT RECOMIENDA: por un lado, si sos de los que come de todo y buscás un plato abundante, sí o sí tenés que ir por las milanesas de peceto con arroz japones con queso y cremas de espinacas. Es de sus platos más vendidos. Por otro lado, si vas más para el lado vegano y/o sin gluten los ñoquis imposibles son la opción ideal. Están hechos de papa, mandioca y garbanzo y salen con una salsa de hongos hecha a base de nueces en lugar de crema de leche. Son una locura.