La cantante, quien se hizo conocida por el éxito del tema de la ficción de Pol-ka llamado “Separadas y de frente”, lanzó un nuevo disco, Santo entendimiento, y aprovechamos la oportunidad para conocerla en profundidad.
En esta nota encontrarás qué fue lo que la llevó a ser parte de la pantalla de eltrece, qué tanto le sirvió la popularidad que obtuvo para seguir compartiendo su arte con la audiencia. y cómo superó el trastorno de ansiedad y depresión.
Texto: @carotopolaperiodista / Fotos: @lamariacampos
¿Qué significó para vos tener la posibilidad de plasmar tu arte en la pantalla de eltrece?
Fue una enorme oportunidad porque pude llegar a gente que quizá no sabía de mi música y que quizá nunca iba a poder conocerme de manera directa. La verdad que fue cumplir un sueño enorme. Siempre soñé con musicalizar una telenovela y fueron muchos años de tener eso en mi cabeza. Se trató de primer disco y eso fue un plus, así que estuvo buenísimo.
¿En qué te inspiraste para crear el tema Separadas y de frente?
Yo había arrancado a escribir esa canción un año atrás del lanzamiento pero no la había terminado. Fue a partir de una separación, medio traición, donde yo me sentí muy decepcionada y tenía la necesidad de hablar de la naturaleza de los humanos, cómo podemos ser tan dañinos y amables a la vez. A veces es necesario pasar por las emociones tóxicas para curarlas y obrar desde un lugar consciente y constructivo, y tener también piedad frente a la debilidad que nos caracteriza como especie. Estaba llena de preguntas y contradicciones mi cabeza –y mi corazón- y cuando tuve la oportunidad de terminar de escribir esa canción, que fue cuando me propusieron musicalizar la telenovela, tenía sentido terminarla y tenía la fuerza y el entusiasmo para terminar una letra que habla de separaciones tóxicas. Fue animarse a apostar nuevamente a una misma y a la vida.
“Siempre soñe con musicalizar una telenovela”
¿Sos de las que cree que se puede seguir viviendo a pesar de un gran dolor?
Me parece que soy un buen ejemplo de gente que ha sufrido mucho y ha salido adelante. De chica y adolescente sufrí muchísima depresión y trastornos de ansiedad, y lo fui sorteando y trabajando. Fui pidiendo ayuda y la música me ayudó a curarme. No te digo un 100% porque no existe, pero sí lo fue en un gran pedazo de mi corazón, de mi soledad, de mi tristeza. Así como te enfermás con miedo y dolor, te curás con amor y libertad, y fui aprendiendo a vincularme con situaciones donde el resultado y la oferta un poco era ésa, era amor y libertad. Y me fui animando un poco a eso, porque son emociones fuertísimas y fáciles de evadir, pero son las que realmente nos alimentan como personas y como artistas. Todo somos eso, ¿no?.
Así que yo soy un ejemplo viviente de eso. Estoy segura que uno puede salir adelante de cualquier dolor, por más extremo que sea, por más enfermo que uno esté, por más enferma que esté nuestra cabeza, nuestro corazón, nuestra alma, siempre hay esperanza y siempre hay trabajo que se puede hacer, y siempre podemos contar con otro, que no necesariamente es gente que tenés al lado. Siempre hay corazones amables que se han curado que sirven para curar, siempre hay gente que va a querer acompañarte y está lleno de gente que tiene el corazón tan grande que, por más que esté triste, va a darle una mano a otro. Después ese otro puede ayudar a otro que esté triste, y así nos retroalimentamos como comunidad. Sí, creo que se puede salir de todo.
¿Qué creés que hace único a Santo entendimiento? ¿Cómo lo recibió la gente?
Creo que “Santo entendimiento” es único porque es mío. Cualquier cosa que haga alguien va a ser única. Y ese es el gran valor que tenemos y el gran poder que tenemos que descubrir que es hacernos valer, ya que somos todos únicos. No hay nada más lindo que esa diversidad y compartir la autenticidad desde lo más profundo de nosotros. Es la única manera que encuentro de acompañar a mi audiencia, desde lo profundo, todos tenemos la misma profundidad.
“Santo entendimiento” es único porque me animé a dar mi testimonio como cualquiera puede hacerlo. La gente lo recibió muy bien y se sintió muy identificada con las letras, melodías y con ciertos climas y colores que tiene el disco, así que yo estoy super contenta, muy entusiasmada y, por sobre todo, muy agradecida de haber grabado este segundo disco y compartirlo con el mundo.
¿Fue más fácil llegar a la audiencia después del éxito que tuvo “Separadas y de frente”?
Más o menos. La triste realidad es que el programa estuvo un mes al aire y es muy poco, pero sí tuve llegada a más gente. Tampoco es que me ha hecho un cambio tan grande. Me ha dado mucha seguridad ser parte de algo tan real, dentro de lo que es mi cabeza llena de fantasía. Siempre me costó hacer contacto con la realidad, pero estar en la televisión es un aterrizaje forzoso y, bienvenido sea.
Me hizo muy bien estar en algo así, comercial, popular, exitoso, con unas actrices una mejor que la otra, con toda gente que yo siempre admiré. Eso me hizo feliz y me dio mucha confianza, fue un paso artístico muuuuy grande para mí. Más allá de que mi música tuvo cierta exposición, lo que más me significó fue está confianza en mí. No sólo arriba de un escenario sino adentro del mundo. Me encantaría volver a componer para cualquier cosa de la televisión: para telenovelas, para lo que sea. Siempre va a ser un desafío que me va a generar muchísima satisfacción y orgullo.
“Sufrí muchísima depresión y trastornos de ansiedad”
Sos compositora, además de música. ¿Cómo trabajas tu inspiración? ¿Te volvió más creativa esta cuarentena?
La cuarentena no me volvió más creativa. Sí tomé un poco más de distancia con las cosas, donde me fui aferrando cada vez más a la gente que quiero, a lo que me importa. Entonces lo que me dio la pandemia fue un poquito más de libertad, en el sentido del qué dirán y la fantasía, son estas cosas que a mí la pandemia me las sacó de la cabeza por completo. Me he vuelto como mucho más primitiva y más agresiva en el sentido de que voy más directo y con más fuerza de lo que quiero, sin tanta duda y sin tanto miedo.
Esta pandemia demostró un poco que puede pasar cualquier cosa, entonces yo personalmente me aferré a los afectos, a mi libertad y a mi valentía. Por sobre todo, a mi valentía. Pero no es que escribí porque tengo más tiempo, no. En general yo escribo cuando me pasan cosas y vivo cosas en el corazón –generalmente son desilusiones- y en la música busco una compañía y un lugar de diálogo que, teniendo en cuenta que es letra y música, se hace muy ameno, muy amable, muy sanador y muy divertido, poder explayarme y hacer una catarsis de lo que estoy sufriendo, porque en general son sufrimientos, son sentimientos de impotencia, de angustia, de dolor, de resentimiento, de miedo y de incertidumbre, por sobre todo. Siempre busco una respuesta en la música y después la respuesta es simplemente aceptar lo que me pasa y compartirlo.
Vos decís que siempre buscás la verdad a la hora de escribir… ¿Cuáles son las verdades a las que María no renuncia a la hora de componer? Tus valores…
A mí me gusta hacerme cargo de lo 50% de lo que pasa. Si yo estoy involucrada, hay un 50% que es mío y es un montón. Entonces es como que me gusta bajar a la realidad. Por ejemplo, si me siento traicionada, y bueno, fui solita a meterme con alguien que me traicione. Si me siento sola, bueno, me hago cargo de mis agujeros y mis sombras, y las cosas que me duelen las acepto con un poquito de ironía y la certera esperanza de que la próxima voy a poder dar un poquitito más.
Creo en la evolución permanente, en el movimiento, en nunca quedarme quieta, en siempre seguir aprendiendo, en siempre seguir recorriendo mi corazón como si fuese un continente al que sólo llegué a la orilla. Cada vez lo hago con más libertad, y cada vez lo hago más a mi manera, me mezclo más y me involucro más con los demás con cierto placer.
Antes era muy fóbica a la gente, ahora estoy pudiendo cada vez ponerme en el lugar de los demás. No tener tanto miedo y no ser tan mal pensada porque soy bastante pesimista, mal pensada y desconfiada; pero empecé a desarrollar una empatía distinta, una empatía empapada de amor, entonces, cuando uno empieza a conectar con esa emoción, es increíble las cosas que pueden aparecer en el camino, entonces el miedo es uno más y no lo único que existe enfrente. Es bien interesante.
“La música me ayudó a curarme”
Esos son mis valores: la honestidad, la humildad y siempre la esperanza. Soy muy de darme cuenta, distinguir los sentimientos, qué me duele, por qué me duele, a dónde me está apuntando, dónde me pinchó esta idea, esto que pasó, dónde me pinchó, dónde me atacó y por qué me dolió tanto, qué puedo hacer con esto, cuántas veces me pasó y me hice la tonta o no me hice la tonta y, bueno, pero la vida es así ¿o no?
No me gusta echar culpas, me gusta hacerme cargo, porque no creo mucho en que la gente dedique las cosas a los demás. Yo no soy de tomarme las cosas muy personales porque lo único que hacemos es tratar de estar bien y no dedicamos tanto. A nadie le interesa hacer doler al otro, es una estupidez. Uno lo hace porque no sabe hacer otra cosa, no le queda otra, entonces trato de tener estos valores: la empatía la humildad, el coraje y la aceptación, todo eso.
¿Qué te gusta transmitir a través de la música?
Me gusta contagiar, transmitir valentía, coraje; desdramatizar un poco, ser independiente y tener las riendas de la vida de uno y que nadie te las agarre ni dirija tu carro, no permitir que nadie te cambie tu camino ya que el camino es de cada uno. Que uno vaya eligiendo por dónde ir y cómo ir, y que no pasa nada. Que para uno es mucho más grande el esfuerzo de someterse que de ser uno mismo y que no nos educan para ser uno mismo, nos educan para ser parecidos, por eso la sociedad está tan enferma y hay tanto prejuicio, tanta discriminación, de todo tipo.
Ser uno mismo es el antídoto y es raro porque, cuanto más sos uno mismo, más cerca te sentís de las personas porque tenés más herramientas para llegar a los demás.