Desde la paradisíaca isla de Indonesia, Gili Trawangan, la actriz de ATAV se sumó a nuestros especiales, #WATTOnAir, y nos contó cómo fue que se enamoró de Tom, quien además de ser su profesor de buceo hace que los días lejos de sus seres queridos sean los mejores.
Aunque la joven de 26 años se fue de la Argentina para viajar como mochilera junto a sus amigos del secundario por tan solo algunos meses, una pandemia mundial, más conocida como Coronavirus, la obligó a vivir una experiencia totalmente diferente. Enterate de todos los detalles en la nota
Texto: @carotopolaperiodista / Fotos: @lulitorn
¿Cómo estás?
Muy bien, este lugar es el paraíso, una suerte de obra del destino magnifica porque toda mi vida soñé con estar en una isla y ahora me toco vivir un tiempo acá. La verdad es que hace tiempo que quería visitar Asia pero como estuve con mucho trabajo los últimos dos años, primero en 100 días y después en ATAV, no lo pude concretar. Hasta que terminó ATAV y dije: “Este es el momento”. Mis mejores amigos del colegio se sumaron, tres de ellos tuvieron que volverse después de un mes por cuestiones laborales, así que yo seguí mochileando con Juli, la amiga con la que iba a venir a Gili, pero que a raíz del Coronavirus decidió regresar a Buenos Aires.
Tenés solo 4 bombachas, dos vestidos, un short y un top. Con el diario del lunes… ¿Qué otras cosas te hubieras traído a la isla?
Así estoy bien, por suerte tengo un libro que me traje. Es que la verdad es que yo pensaba venir solo por 5 días acá. Estaba en Bali y en un momento la cosa se empezó a poner complicada, había grandes aglomeraciones de personas y la Organización Mundial de la Salud obligó a Indonesia a tomar cartas en el asunto, tomaron medidas de prevención, pero no se entendía bien lo que pasaba. Si no estaban testeando o directamente no había casos. Así que yo agarré y le dije a las tres amigas que me hice ahí de venirnos a Gili. Cuando me preguntaron si teníamos que traernos la mochila les dije que no porque no tenía mucho sentido cargarla. ¿Por qué dije eso? Nunca más vi mi mochila (risas). Y bueno, llegué acá, lo conocí a Tom, me encantó y el destino de alguna manera me dijo que me quede acá.
Hablemos de Tom. ¿Existe el amor a primera vista?
Hablemos de Tom (risas). Sí, fue medio a primera vista. Lo conocí en un barco. Todas las escuelas de buceo tienen el barco que te lleva a hacer las inmersiones y yo estaba con mi instructora española de buceo, Carla, y él con sus alumnos. Todos estábamos en el mismo barco pero no hacíamos lo mismo. Yo lo venía viendo y nada más. Cuando dos de mis amigas se fueron a Bali me quedé sin habitación y tenía que buscar un alojamiento, le pregunté a Carla si sabía de algo y me dijo que uno de los chicos tenía un lugar que alquilaba, y era el rubio. Así que me acerqué a Tom y me dijo que justo estaba yendo para el lugar. Me trajo para acá, decidí quedarme en el alojamiento, pero la realidad es que nunca me quede acá, estuve todo el tiempo con él. Fuimos a tomar algo y no nos separamos más.
¿Tenías ganas de enamorarte?
Cuando uno está de vacaciones está más abierto a todo. La verdad es que estaba tranquila, soltera y pintó. No dejé a nadie con el corazón roto en Buenos Aires.
¿De qué nacionalidad es Tom?
Es belga, yo no le entiendo nada, así que hablamos en inglés. Por suerte, los dos somos muy bilingues. Eso también es loco porque hace mucho que no hablaba todo en ingles. Está bueno, es una gran práctica. Intenté con el Duolingo pero no pudimos. De hecho ya no me acuerdo de nada, es muy difícil. El holandés, el alemán son idiomas difíciles.
Acá tus seguidores piden que les muestres una foto.
Yo creo que si le llevo la cámara le agarra un infarto, además está durmiendo. Acá son las 7 de la mañana, hice el esfuerzo por la entrevista con WATT. Igual me gusta levantarme temprano porque acá estamos en la temporada de lluvia y a la tarde tiende a nublarse y llover, entonces si te levantás temprano podés aprovechar la mañana de sol potente. En general, me levanto, me hago un buen desayuno y por suerte estoy consiguiendo muchas cosas para comer. Acá en realidad no hacemos cuarentena porque la vida es muy natural, no es una Ciudad, es una isla y la distancia que uno tiene con las personas es de más de dos metros. Además, está todo cerrado.
“Toda mi vida soñé con estar en una isla”
Te estás sintiendo bastante libre.
Y sí, puedo ir a la playa, puedo ir a la montaña. La isla tiene 7 kilómetros a la redonda, así que me levanto y la camino. Me tiro a nadar, hago snorkel y nado con las tortugas. Yo buceo hace mucho y mi viaje estaba directamente relacionado con el buceo. Yo viene a Asia por el buceo. Por eso también fui a Filipinas.
¿Y qué va a pasar con esta historia de amor cuando se termine el coronavirus?
Estamos hablando con él para ver qué va a pasar. Lo loco es que yo trabajo del entretenimiento y él del turismo, así que los dos tenemos actividades que están trabadas. Capaz que se viene a la Argentina conmigo, justo ayer me llegó un mail de la embajada diciendo que están viendo la forma de repatriarnos a todos.
¿Sería tu primera relación a distancia si él se queda ahí?
Sí, sería mi primera relación a distancia en ese caso. Y no sé como me llevaría con eso. Es la primera vez que flasheo fuerte con alguien, estamos conviviendo, yo estoy viviendo acá en su lugar y todo esto paso por el contexto mundial. Es como un amor en el medio de la apocalipsis.
¿Él sabe lo que hacés acá en Argentina?
Sí, le mostré de todo. Y le dije que me encantaría que me venga a ver al teatro.
¿Qué te enamora de un otro?
La pasión, a mi me gusta mucho la gente apasionada porque yo soy muy apasionada por la actuación. Es algo que me encanta, me desvela, me genera preguntas, me mantiene la cabeza funcionando, creando, para mi no funciona como un trabajo. Lo amo y me encanta hacerlo todos los días de mi vida. Cuando encuentro alguien así me siento muy identificada. También me gusta la gente empática, que sabe escuchar y le interesa lo que le pasa al otro. Encima a Tom le apasiona el buceo como a mi, es mi hobbie número uno. Lo que no sé es dónde podríamos bucear en Buenos Aires, pero bueno trabajaremos para ahorrar y viajar.
¿Crees en el amor para toda la vida?
No me lo pregunté. Lo que pasa es que uno cambia mucho. Si me pongo a pensar hace tres meses yo ya era otra. Pero miralos a mis papás, se conocieron en la residencia y ahí andan, de la manito. Miro eso y digo obvio. Igual me da un poco de miedo porque ellos se conocieron en una época diferente, ahora estamos viviendo una pandemia entre otras cuestiones.
“Me enamora que el otro sea apasionado y empático”
¿En qué sentido eras otra hace tres meses?
La vida de la Ciudad, de la rutina y el estrés te hace estar más ansiosa. Termino el año y estaba muy sobrepasada, hace dos años que no me tomaba ni dos días de vacaciones. Fue estresante el año pasado, estaba muy ansiosa, acelerada y apenas pise Asia me sumergí en otra frecuencia. De repente estoy acá, en una isla y solo puedo disfrutar. Pero creo que algunos meses atrás no hubiera podido. Acá no hay nada que yo pueda controlar y me gusta, es algo que te re pasa cuando estás de mochilero. De repente se te cae la reserva del hostel y te tenés que adaptar.
¿Qué es lo que más te quedó del éxito de ATAV?
Mis amigos, pronto vamos a hacer un Zoom. Es gente que quiero mucho, fue un grupo maravilloso. En 100 días también fue alto equipo, tengo los mejores recuerdos de todos, de los técnicos, el equipo de producción. Gente que de verdad yo sé que voy a seguir viendo, hablamos, nos escribimos y son lo más.
Está la China Suárez viendo el vivo. Contanos algo de ella en el plano laboral…
Es la mejor profesional que existe sobre la fas de la tierra, pocas veces vi a alguien así. Estás por grabar y te cuida en todo. Es súper generosa, es como Mamá Noel. Es de las personas más importantes del año pasado para mi. Nos reecontra pegamos desde el día uno, las pasó todas, es súper generosa y tiene mucha empatía. Para mi es un angelito.
Acá son las 8 de la noche y los argentinos tenemos muchas ganas de comer rico. ¿Qué es lo más rico que comiste hasta ahora?
Una fruta que tengo en la heladera, la puedo traer si querés. Se llama Mangosteen, cuando la abrís tiene la forma de un ajo y es muy dulce. Es de las mejores cosas que comí, mi fruta preferida. La abrís y se come solo lo blanco, lo de adentro. Algunos tienen como una semilla y la podés comer también. Hay muchas frutas raras acá pero está es la más rica. Después en Asia es todo fideos y arroz. Comen muy distinto a nosotros, acá la mayor parte del plato la ocupa el hidrato de carbono.