Los días de filtros, sonrisas y mentiras quedaron atrás en Instagram; por lo menos por parte de algunos influencers. Nos acercamos a una nueva verdad en las redes sociales, una en la que los creadores de contenido dejan de preocuparse – aunque sea un poco – por ocultar su depresión, ansiedad, manchas en la piel, celulitis, etc. En fin, no se preocupan por ocultar todo lo que los hace seres humanos. 

Por: @beluprieto | fotos: Online Mami, Cande Sánchez y Gorda Insurrecta


Desde @onlinemami_ (Agus Cabaleiro) hasta @candelasanchezf y @gordainsurrecta5.0 (Corina Lagos), se nota que lo real está de moda. Pero ¿qué es ser influencer? 

Tanto Cande como Agus coinciden en su definición de influencer: es una persona que tiene cierta autoridad en un tema. Corina, en un sentido, piensa igual que ellas; pero, desde su posición de microinfluencer, la definición que ofrece del concepto es una muy interesante: “Somos personas que comparten su cotidiano con una comunidad y que, de cierta manera, compartimos conceptos políticos e ideológicos con las personas que están del otro lado y, así, nos avalamos mutuamente. Pensamos las mismas cosas, queremos lo mismo para el mundo. Y eso esta bueno, es algo que me gusta de ser influencer”.

Los instagramers que más conexión tienen con sus seguidores son aquellos que “cumplen” con la definición de Corina y comparten conceptos ideológicos y políticos con quienes los siguen. Creo que, al final del día, son esos los que más éxito tienen. O, por lo menos, los que más deberían tenerlo. 

“Cada cual narra lo que quiere y lo que puede, pero hay mucha verdad en las cuentas en general” – Cande. 

Pero también, del otro lado, tenemos a aquellos influencers que se suben al carrito del tema en boga y suben uno o dos posteos al respecto para aumentar sus seguidores e interacción. Por ejemplo, hoy el amor propio es un tópico muy usado por algunos creadores de contenido. Son los que hacen un posteo o una historia cada tanto, utilizando de forma genérica el discurso body positive y/o de la confianza en uno mismo. Subirse a este tipo de contenido únicamente preocupado por los números es algo de lo que creadoras como Online Mami, Cande Sánchez y Gorda Insurrecta nos alejan. Son instagramers proactivas, reales y preocupadas por su comunidad. Porque así definen las tres, de alguna forma u otra a sus seguidores. Y eso dice mucho. 

Tengo una relación muy cálida con mis lectoras – porque no me gusta decirles seguidoras. Han visto de todo. Desde ruptura, casamiento, embarazo. Tengo una relación de afecto con quienes me siguen, son como amigas para mi. Son una comunidad virtual, y eso me pone muy contenta”, explica Cande. 

Por eso, y por su forma de ser como personas, las tres son el ejemplo perfecto de instagramers que se muestran tal cual son. Desde Cande, que hoy sube posteos usando pañales pañales post-parto después de haber parido, hasta Agus y Corina que muestran sus cuerpos tal cual son y se convirtieron en activistas body positive para ayudar a otros y otras a animarse y darse cuenta de que la hegemonía ya fue. Corina lo explica bien: “Siento que gracias a gente como yo, Brenda Mato, Beltran, Tati Dume, Samanta Alonso, hay mas gente que se anima. Y dice ‘ah, mirá, puedo ser modelo y ser gorda. Puedo ser actriz y ser gorda’. Es decir, intentamos mostrar que se puede tener una vida de exposición y trabajar con el cuerpo y que no es necesario llegar a ese ideal de belleza antes de hacerlo”. 

“Las personas jóvenes estamos cambiando el concepto de comunicación: ya no le pertenece a un monopolio o a cierta cantidad de personas. Somos muchas personas que están detrás de una comunidad” – Corina. 

La gente está harta de ver a personas perfectas a las que le sale todo bien en las redes y no cometen ni un error. La vida no es así, pero ver a algunos o algunas mostrarse de esa forma en sus perfiles lleva a quienes los consumimos a pensar que nosotros somos demasiado imperfectos, que nada nos sale bien. La comparación, aunque habría que aprender a dejarla atrás, es inevitable. “No contamos cuando nos va mal, contamos cuando nos va bien. Porque la naturaleza humana es así. Esto de mostrar la perfección no nace con las redes, aunque sí exacerban la idea un poco. Pero la gente está harta de la perfección. Y me parece que eso está buenísimo. Aunque como creadora me re cuesta mostrarme vulnerable, intento hacerlo porque es como se mantiene todo más real”, cuenta Agus. 

Las redes son cada vez mejores porque mostramos la realidad. Permiten a los creadores y a sus comunidades, y a los demás usuarios, alejarse del pensamiento tóxico de la perfección inexistente. Mostrar lo bueno y lo malo es admirable. Pero, en el caso de Candre, ella aclara: “Creo que está buenísimo mostrar lo bueno y lo malo, pero no soy quien para juzgar a los demás con respecto a eso. Considero que cada cual suba lo que quiera y haga lo que quiera en sus plataformas”.

“Si te haces como que está todo bien todo el tiempo, le das al otro un mensaje de que, si se siente mal, es un fracasado y no le sale nada bien. Cuando no es así, porque hacemos una curación de lo que mostramos, lo elegimos” – Agus. 

Las redes son un lío. De eso no cabe duda. Pero con creadoras de contenido como Agus, Cande y Corina, son un espacio más sano y solidario donde comunicarse, crear, aprender e incluso ayudar. No podemos no mencionar el caso de Santi Maratea y Emita. Las redes pueden lograr eso. Y creo que esa realidad parte justamente de dejar atrás la perfección, de mostrarnos humanos en las redes y de crear comunidad juntos.