¿Cuántas veces dijiste que ibas a empezar a hacer algo, pero solo cuando tengas la idea perfecta? Lamentamos decirte que esa inspiración no caerá del cielo. En esta nota te contamos por qué y te recomendamos formas de conectarte con tu creatividad.
Por: Josefina Aragonés | Imágenes: Pinterest
Pablo Picasso alguna vez dijo: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”. Y es que detrás de cada obra maestra y de cada proyecto exitoso, hay horas de esfuerzo, de enfrentarse al miedo a la página en blanco y simplemente comenzar. No se trata solo de esperar que la musa aparezca, sino de sentarse y poner manos a la obra, incluso cuando las ideas parecen escasear.
¿Qué hacer entonces cuando nos encontramos bloqueados, sin nada de inspiración? En lugar de esperar pasivamente, es momento de actuar. Acá te dejamos algunas formas de enfrentar ese bloqueo:
- Simplemente empezá: Suena obvio, pero no lo es. Muchos de nosotros procrastinamos el sentarnos frente a la hoja en blanco porque no tenemos bien claro qué vamos a hacer. Pero es clave enfrentarlo: sentate frente a la hoja en blanco e intentá escribir unas líneas, dibujar unos trazos, investigar un poco más. El simple acto de empezar puede ser suficiente para desatar el flujo de ideas.
- Cambiá de entorno: A veces, un cambio de escenario puede hacer maravillas para despejar la mente. Salí a caminar, andá a tomar un café a un lugar lindo, o simplemente cambiá de habitación. La nueva perspectiva puede ayudarte a ver las cosas desde otro ángulo y encontrar inspiración en lugares inesperados.
- Arte, arte, arte: Lee un libro, mira una película, visita una galería de arte. Exponerte a nuevas ideas y experiencias puede estimular tu creatividad y ayudarte a encontrar soluciones frescas para tus proyectos.
- Hablá con gente: Compartir tus ideas con otras personas puede ser justo lo que necesitás para desatar tu idea. Organizá una sesión de brainstorming con amigos o colegas, compartí tus preocupaciones y buscá nuevas perspectivas.
- Organizate: A veces, la creatividad necesita un poco de estructura. Establecé un horario regular para trabajar en tus proyectos y creá un espacio dedicado donde puedas concentrarte sin distracciones.
Es importante recordar que el proceso creativo no siempre es lineal ni perfecto. Hay momentos de frustración, de dudas, pero también hay momentos de descubrimiento y realización. La clave está en seguir adelante, persistir a pesar de los obstáculos, y confiar en que la inspiración va a llegar en el momento perfecto, siempre y cuando estemos dispuestos a trabajar por ella.
Así que la próxima vez que te encuentres frente a la odiada hoja en blanco, recordá que la inspiración no llega de la nada. Está esperando en algún lugar, lista para ser descubierta, pero solo si estás dispuestx a buscarla trabajando.