La China Suárez pasó de un éxito a otro: La Gitana de Casi Ángeles, se convirtió luego en Sofía de Los Únicos. Y su carrera mostró una nueva faceta al ser la cara de Ricky Sarkany, y catapultarse a la masividad. Una teen que dejó el mundo adolescente y aventuró a más.
TXT. Antonella Orlando / PH. Mariano Michkin
Euge o la China Suárez (como más les guste) llegó a la producción con un vestido verde corto. Hacía muchísimo calor y el ambiente estaba pesado, pero eso no la desanimó en el saludo que le dio a cada uno de los que estábamos esperándola. Muy simpática, con una gran sonrisa que le iluminaba la cara, se sentó en una silla e inmediatamente nos dijo que se prendía en todas las ideas que habíamos traído para ella. Mientras la maquillaban, cantaba y leía varias de las WATT que estaban sobre la mesa.
Llegó el momento de las fotos y la frescura de sus 19 años se mezcló con la buena predisposición que toda profesional debe tener. Jugó con el papel picado que se le pegaba en el pelo y en los labios. Entre toma y toma bailaba totalmente deshinibida, haciendo subir el termómetro de la buena onda. Las sonrisas que se ven en las fotos son genuinas. Por eso, creemos que fue la mejor manera de festejar nuestro 6º Aniversario.
¿Qué pasó cuando viste tu primera publicidad de Ricky Sarkany y cómo estás cerrando este 2011?
Me encantó toda la campaña: el styling, la imagen, la colección, pero lo más importante ¡es que se trabaja con buena onda! La verdad es que este año fue muy positivo. Un año de cambios, cosas nuevas, mucho amor…
¿Cómo viviste el primer BAF WEEK de Febrero? ¿Qué cosas cambiaron en vos en el segundo, en Agosto?
Desfilar es algo que no suelo hacer. Todo era muy nuevo. Entonces, decidí encararlo de manera relajada y divertida. Así pude disfrutarlo muchísimo. Y si el primero lo experimenté muy tranqui, ya para el segundo estaba mucho más relax.
Tu camino en la actuación se abrió y hoy muchos te tienen como una de las nuevas caras del modelaje. ¿Ves ese cambio?
Sinceramente, el modelaje no es lo que más me gusta. Estoy consciente de que no me gustaría vivir del modelaje. Hoy en día, me convocan para modelar gracias a la actuación…o porque quizás no soy la clásica modelo de 1.80, híper flaca. Creo que represento a otras mujeres, ¡y eso está bueno!
¿Qué otro tipo de papeles en actuación te gustaría hacer?
¡Me gustaría que me tengan en cuenta para todo! Me considero muy trabajadora, porque aprovecho las oportunidades ya que siempre tengo presente que por suerte estoy haciendo lo que amo. Y no soy una persona que sienta que debe quedarse sólo con la actuación. Si llegado el momento viniera alguna propuesta para conducir y está buena, seguramente lo haría.
¿Qué recuerdos tenés de cuando empezaste a trabajar tan chiquita?
¡Me encantaba! Para mí, todo era un juego al principio. Pero siempre fui muy responsable con esto. Eso se lo tengo que agradecer a mi familia que me enseñó desde chica, que había gente detrás de este trabajo que se levanta mucho más temprano que yo y no estaba bueno que me esperaran si llegaba tarde al set. Y eso lo fui incorporando en mi actitud hacia el trabajo. Por eso, no me gusta que me tengan que esperar a mí los del staff, por ejemplo.
¿Qué miedos tenías antes de empezar Casi Ángeles y cómo los superaste?
Siendo sincera, lo que más miedo me da siempre en todos los ámbitos de la vida es entrar en un grupo nuevo, porque soy muy vergonzosa…aunque no parezca (risas). Lo que vino luego fue espectacular. Todo es una locura…como ¡viajar por trabajo a Israel! o a cualquier lugar y que te conozcan, te quieran, sepan tus canciones. Es muy lindo.
¿Qué diferencias a nivel actoral ves con respecto a tu trabajo en Casi Ángeles y Los Únicos?
Son dos personajes muy distintos. Cada trabajo lo veo como una oportunidad única de aprendizaje. A medida que uno va creciendo, trata de absorber cosas tanto de los actores como de las personas que trabajan en cada programa.
Antes, te conocían mucho más los adolescentes que “el mundo adulto”. Hoy, la situación es diferente. Estás haciendo pasos agigantados y puede ser que pocas personas conozcan tu personalidad. ¿Cómo te tomás el trabajo y como sos en tu vida fuera de él?
Hay algo que tengo muy en claro: mi trabajo es mi trabajo, no es mi vida. Lo tomo así y por eso nunca me mareé, ni nada parecido. Me tomo cada trabajo de una manera muy relajada, y yo sé que es raro. No te estoy mintiendo si digo que no me doy cuenta cuando la gente me reconoce por la calle. Y no lo digo para hacerme la humilde. Tampoco estoy consciente de la cantidad de personas que ven Los Únicos. No me la creo y tranquilamente puedo decir que jamás me tuvieron que bajar del pony.
¿Y cuál es la clave para no caerse y cómo se relaciona eso con el manejo de la exposición que estás teniendo?
Todo me lo tomo con naturalidad. Las fotos, los eventos y todo eso son un plus que viene de la mano con la profesión que elegí. Y por eso, no reniego de ellas. La clave está en no creerse todo lo que otros intentan que te creas, porque hoy estás arriba, mañana estás abajo y pasado no sabés. Me rodeo de gente que también está consciente de eso, que trabaja de forma tranquila y relajada, como mi personalidad. Soy una mujer muy centrada que necesita tener ese tipo de personas al lado. Entonces, me enfoco en saber que tengo la suerte de poder trabajar de lo que amo y me da placer.
¿Creés que muchos no están conscientes de este subibaja?
Sí, totalmente. Tenés que encontrar la manera de mantenerte cuerda y no llevarte sorpresas. Nadie es irremplazable. En ningún lado ni en ningún trabajo. Muchas personas se caen del caballo de repente, eso lo puede ver cualquiera. Pero por suerte, a mí no me pasó. Y es gracias al apoyo de mi familia y por mi personalidad. No soy para nada débil y no me creo todo de lo que me dicen. Así como hablan mal de mí y no me doy por aludida, también hay que filtrar los comentarios que parecen muy positivos. Uno se da cuenta de lo que es importante.
Entonces, ¿sabés diferenciar aquellos que te dan buenos comentarios por compromiso de los que verdaderamente ven potencial en vos?
¡Obvio! Siempre te das cuenta de esas cosas. Además, creo que las mujeres tenemos aún más desarrollada esta capacidad. Todas sabemos cuando alguien nos dice algo porque verdaderamente lo siente y lo cree. Y si escucho algo que me doy cuenta que es medio raro, pienso: “Bueno, esperemos a que termine y listo” (risas).
Sos aún bastante chica… ¿Qué cosas de adolescente seguís teniendo?
Aunque a veces me olvide, sigo teniendo 19 años, más allá de que tenga mi plata, mi independencia y viva sola. Todavía me queda mucho por aprender. Por otro lado, sigo teniendo mis amigas de toda la vida. Mi mejor amiga que se llama Agustina, la conozco desde los 2 años…y la siento como mi hermana. Nuestras mamás son amigas y fuimos construyendo la relación. Tengo muchas amigas, pero es la única que me bancó siempre, se adaptó a mis horarios y nunca dejé de verla. ¡Nos vemos todos los días!
¿Qué proyectos tenés para el 2012?
¡Por ahora sigo con Los Únicos, feliz! Y hay otras cosas dando vueltas que, cuando se cierren, seguro se las contaré.