¡Equivocarse está bien! Sobre todo viajando y acá te explicamos por qué. Los viajes nunca salen como los planeamos. Siempre hay algún imprevisto y en eso está el desafío de la aventura. Por eso, resumimos los principales errores que no podés dejar de hacer para disfrutar tu viaje al máximo. Desde nuestra comunidad de viajeros, te deseamos que te equivoques una y mil veces más.
Texto. Martina Álvarez (@martinaalvarezmar) by Crouch
1. Perderse: Soltar el teléfono, cerrar Google Maps y dejarse llevar por la situación podría ser el comienzo de una gran experiencia. ¡Las mejores aventuras son las que no fueron planeadas!
2. Hablarle a un desconocido: Al lugar también lo hace la gente. Viajar es una oportunidad para conectar y conversar con personas con las que jamás hubiésemos charlado antes. Siempre por “casualidad” alguien que no conocemos puede tener algún dato sobre un lugar secreto o una invitación a hacer algo que no estaba en tus planes. No te lo pierdas.
3. Olvidarse de la gente que te quiere en casa: Todos cuando viajamos tenemos amigos y familiares a los que vamos a extrañar. A veces (y sólo en ciertas ocasiones) está bueno entender que la realidad que estás viviendo es tu viaje. Tu vida en ese momento es lo que tenés frente a tus ojos y por algo estás ahí, esto permite conectar mejor con el lugar en el que estamos y no pasarsela buscando regalos para nuestros seres queridos o haciendo llamadas telefónicas. Después de todo lo que ellos quieren es que disfrutemos.
4. Saltearse una atracción turística: Cada lugar tiene actividades y rincones que son calificados como un must que debemos conocer. Pero quizás, por tu personalidad y gustos, no te interesa visitar templos en Camboya o determinado museo en New York. ¿Entonces? ¡No vayas! Es tu viaje para hacer lo que querés, disfrutalo.
5. Olvidarse la cámara: Nada más lindo que tener fotos y recuerdos de un gran viaje, pero por un ratito, olvidarse del filtro de Instagram, las insta stories y mirar directamente el lugar hace que estemos con nuestros cinco sentidos en ese presente. Lleva a que vivamos ese instante con mayor intensidad.
6. Equivocarse con el presupuesto: Cuando falta dinero y sobran los lugares por conocer el cerebro se pone más creativo y surgen propuestas innovadoras y divertidas para seguir viajando. Estas circunstancias son las que nos llevan a hacer un voluntariado a cambio de estadía en un hostel remoto, probar una comida local poco tentadora o trabajar en algún tour a cambio de conocer el lugar. Lo increíble de estas experiencias es que son totalmente nuevas, te llevan a vivir el viaje desde otra perspectiva.
7. Quedar en ridículo: Viajar es el momento ideal para probar cosas nuevas, todos tenemos alguna actividad en la que sabemos que probablemente hagamos el ridículo porque jamás la practicamos. ¿No sabés surfear? ¡Hacelo! ¿Te dan miedo las alturas? ¡Escalá! La magia del viaje está en ir más allá de nuestra zona de confort ¡No te olvides!