Gerry Garbulsky estudió física en la Universidad de Buenos Aires e hizo un doctorado en Boston, pero se dió cuenta que la vida solitaria del laboratorio no era para él. Probó con la consultoría de negocios y trabajó durante 13 años para The Boston Consulting Group (BCG) donde se puso en contacto con las personas. Sin embargo, en un tercer cambio de rumbo encontró otra pasión, las charlas TED.

 Texto. Florencia Garibaldi / Fotos. Monstruo Estudio


Su vida es una especie de laberinto, donde Gerry tomó caminos diferentes para llegar a una meta, pero con la diferencia de que siempre pudo encontrar la salida. Determinado en descifrar los secretos del universo, fanático desde chico de la serie Cosmos de Carl Sagan, se acercó a la física. A pesar de haber contribuido al conocimiento humano, que para él fue aportar un granito de arena, se dio cuenta de que era un bicho social. Deseaba resolver problemas que tuviesen un componente humano. Al salir del encierro del laboratorio, se la pasó viajando por el mundo para ayudar a las empresas a desarrollarse y entró en contacto con otras personas. “Es un recorrido que parece caótico pero que luego le encontré sentido, todo lo que hice se relaciona entre sí en algún punto. Reencarné varias veces”, reflexiona.

No fue hasta el 2007 que se topó con esta organización sin fines de lucro, dedicada a la divulgación de ideas, que se popularizó bajo el nombre TED cuyo origen se remonta a 1984 y existe en más de 100 idiomas. Mediante un mail que le enviaron, dio con una de las charlas, que reconoce que no era muy buena, pero fue el puntapié inicial para convtertirse en un adicto a este fenómeno mundial. Aquel link le permitió entrar a otros videos virales y se topó con el director de orquesta británico Benjamin Zander que fue uno de sus favoritos. “Dejé el trabajo y empecé a dedicarme a esto que defino como emprendedor de las ideas. Es decir, tratar de hacer cosas que tienen que ver con que crezcan las ideas, mías y de otros, que tengan impacto y que puedan llegar a mucha gente”.

Dos años después, compartió las charlas con su amigo Adrián Paenza y juntos hicieron una reunión para armar un brainstorming y pensar cómo llevar a cabo algo así en Argentina. “Lo hice en la oficina del BCG, estuvo muy bueno y gente que vino ese día hoy es parte de TEDxRíodelaPlata. Ese mismo año TED anunció el lanzamiento de un sistema de franquicias para hacer un evento a imagen y semejanza pero local. Te bajan sólo reglas operativas pero el contenido y los oradores no. Ya vamos siete años y fue creciendo de manera descomunal. Todos quieren ser parte, les gusta la propuesta y la experiencia, además ser parte de algo que está bien hecho”, cuenta Gerry que al igual que los demás involucrados, es voluntario y no recibe dinero por su trabajo en la organización. El evento se empezó a hacer cada vez más grande y actualmente asisten diez mil personas, aunque en el 2015 por ejemplo hubo 34 mil inscriptos.

PALABRAS MAYORES:

“Si encontrás algo que te gusta, metete a fondo. Tratá de ser el mejor en eso, de desarrollarte al máximo. Si querés hacer otra cosa, pegá el salto, pero no en la primera frustración”

A la hora de pensar el contenido de cada edición, deben pasar dos procesos. El primero es una curaduría que es la selección de los oradores y la otra es el entrenamiento de los elegidos que lleva cuatro meses porque deben lograr contar todo en sólo 12 minutos.

Gerry es el primer miembro del consejo asesor global de TED que no es estadounidense y comparte el sillón junto a grandes como Bill Gates de Microsoft o los fundadores del buscador Google. “Estoy tratando de desarrollar todo el contenido a nivel mundial del habla hispana. Soy el primero que viene de afuera y es increíble lo que me está pasando”, afirma. Pero además de sus funciones relacionadas con TED, da un éxitoso curso, está haciendo un podcast que se llama “Aprender de Grandes” (número uno en iTunes Argentina) y tiene una columna en el programa radial Basta de Todo donde habla desde el lugar de curioso e investigador acerca de todos los temas posibles desde sexo, muerte, hasta religión. Además, tomó el desafío de la palabra escrita y está por sacar un libro sobre innovación y creatividad, donde cuenta las historias humanas detrás de los intentos de cambiar el mundo.