Hay personas que ante la adversidad se ahogan en el miedo o en la frustraciones. Pero hay otras como Daniel Kish que deciden enfrentarla y tomar las riendas de su propia vida. A los 13 meses de su nacimiento perdió su visión por un cáncer de retina pero eso no fue un impedimento para mirar el mundo con otros sentidos.

Lejos de que la enfermedad lo domine, Daniel motivado por la educación de sus padres sobre la necesidad de siempre luchar por lo que uno quiere, logró encontrar la manera de andar en bici a través de la montaña o moverse por la ciudad sin bastón, a pesar de estar completamente ciego.

Su curiosidad lo llevó a encontrar nuevas formas de ubicarse en el espacio guiándose por el sonido (como hacen los murciélagos). Por medio de los chasquidos de su lengua, Daniel es capaz de percibir el eco de los objetos a su alrededor, determinando su posición respecto a ellos. Su sistema es tan efectivo que le permite moverse con normalidad, sino también esquivar objetos en movimiento.

Los investigadores sostienen que la ecolocalización genera imágenes parecidas a la vista en el cerebro, lo que facilita a los invidentes trascender las limitaciones que la sociedad les impone debido a su discapacidad. Las impresiones negativas sobre la ceguera y lo que los invidentes pueden y no pueden hacer, son más limitantes que el hecho de no poder ver.

Actualmente Daniel trabaja como especialista en navegación perceptual, enseñando a otros invidentes a desplazarse usando la ecolocalización en su día a día. Esta habilidad les permite realizar múltiples tareas, como reconocer un edificio a 300 metros, desplazarse por la montaña y “ver” en completa oscuridad.

Les dejamos en esta ocasión un video de la charla TED en la que Daniel fue el orador y contó en detalle todo su proceso de crecimiento. Recordá que si sos usuarios de dispositivos Apple, tendrás que activar los subtítulos manualmente en el siguiente vídeo.