Comenzó a jugar al hockey a los nueve años, fomentada por el amor que sienten por el deporte sus padres y su hermano. Lleva dibujado en la piel el escudo del club que la vio crecer y convertirse este año en la mejor jugadora del mundo. Conocé a Delfina Merino, la capitana de Las Leonas que está por recibirse de abogada y planea mezclar esos dos mundos para su carrera laboral.
¿Qué significa para vos ser la mejor jugadora del mundo?
Es una alegría y un orgullo inmenso. Me acuerdo que me sentí muy emocionada y me sigo sintiendo muy honrada por la elección de la FIH (Federación Internacional de Hockey), sobre todo porque conmigo estaban nominadas grandes jugadoras que cualquiera de ellas pudieron haber tenido esta distinción. Disfruté tanto del reconocimiento porque pude estar acompañada de mi familia en la premiación. Creo que es uno de los momentos más lindos e inolvidables que voy a tener en mi carrera; pero a la vez trato de seguir siendo quien fui y soy, siempre con la misma esencia.
En una entrevista contaste que tus bisabuelos manejaban el bar del club Banco Provincia, gracias a eso tus abuelos se conocieron y fruto de esa relación tus padres se casaron y te tuvieron. El club funciona como un vínculo muy importante en tu vida, incluso lo llevas tatuado. ¿Cómo lo sentís vos?
Mi club es mi segunda casa, es el lugar que elijo porque me siento feliz y tengo todo. Mis bisabuelos eran de Banco Provincia. Tengo mis mejores amigas en el club y las conozco desde los 5 años y sigo compartiendo con ellas. En el club tengo mi deporte, el hockey y todo lo que soy. El club me formó. Me acuerdo de pasar todos los fines de semana ahí y no querer que se termine el día. Disfruté mucho de mi infancia entre el hockey, el tenis, las corridas y de los juegos que hacíamos con mis amigas ahí. Fue un momento muy feliz de mi vida y podría definir que mi club es una de las grandes pasiones que tengo. Me siento muy afortunada y agradecida de que mis padres me hayan inculcado el amor por Banco Provincia.
¿Es muy difícil poder vivir del Hockey, ya que tiene un entrenamiento profesional pero en el país se considera amateur? En ese sentido, ¿qué te gustaría que cambie?
En general el hockey en la Argentina es amateur, no es profesional. Por suerte en Las Leonas tenemos el apoyo de la Secretaría de Deportes y del ENARD que nos dan la posibilidad de abocarnos 100% al seleccionado y no estar pensando en si llegamos a fin de mes, sino en poder entrenar y estudiar en el tiempo libre que nos quede. Pero es un tema bastante complicado y muy delicado que no sabría qué postura tomar. Sí sé y es real que en las mejores ligas como Holanda, Alemania o Bélgica el hockey de mujeres se volvió profesional pero creo que en algún momento ese cambio va a llegar a nuestro país. Soy una persona que ama a su club, tengo mucha pasión y mucho cariño por mis colores y me cuesta imaginarme con otra remera de otro club en Argentina. Es un tema muy delicado, no sé qué sería mejor porque para mí, personalmente. Me costaría mucho ese cambio y hoy no me lo imagino para nada.
“En general el hockey en la Argentina es amateur, no es profesional. Por suerte en Las Leonas tenemos el apoyo de la Secretaría de Deportes y del ENARD que nos dan la posibilidad de abocarnos 100% al seleccionado y no estar pensando en si llegamos a fin de mes, sino en poder entrenar y estudiar en el tiempo libre que nos quede”.
¿Por qué decidiste estudiar Derecho? ¿Crees que hay algún punto de unión entre ser abogada y jugadora de Hockey?
Decidí estudiar derecho porque apenas terminé el colegio en mi casa el tema del estudio estuvo muy presente y tenía ganas de arrancar una carrera. Estaba entre psicología y derecho y no sé por qué me sentí más identificada con el derecho, con lo social. Siempre me gustó más que las ciencias naturales. Hice el CBC, empecé a estudiar la carrera, ahora me falta muy poquito para terminar y me encantaría en algún momento relacionarlo con lo deportivo. Estando en Holanda tuve la posibilidad de trabajar en una empresa que se llama CMS. Puntualmente hice un trabajo vinculado a temas de derecho deportivo y realmente me gustó y me entusiasmó mucho. Ceo que es un punto que en Argentina todavía no está muy desarrollado, que está tomando fuerza, pero me parece que el día de mañana me gustaría encontrar una forma para que tanto el derecho como el deporte se puedan relacionar de alguna forma y encontrar la manera de vivir de esas dos cosas.
Creo que el punto de unión entre ser jugadora de hockey y abogada no es tanto el hecho de ser abogada en sí, sino más bien es el ejercicio de estudiar. A mí como jugadora me da más herramientas y me vuelve más inteligente a la hora de jugar. Creo que tener la cabeza en funcionamiento y poder incorporar y aprender nuevas cosas me hace mejor en mis razonamientos y en las herramientas que voy adquiriendo. Claramente eso lo puedo aportar a la cancha y volverme una jugadora más perspicaz.
Este año Las Leonas no obtuvieron una victoria y vos te manifestaste por eso, ¿es difícil encarar las derrotas en un país que está tan dominado por el exitismo?
Es real que con Las leonas no tuvimos las victorias que queríamos y en un país como Argentina, que somos bastante exitistas, cuando no se dan los resultados resuena todo mucho más. Pero me parece que uno no es el mejor cuando gana ni el peor cuando pierde e incluso nos vuelve más humanos a todos poder pararnos de frente cuando las cosas nos van bien y de la misma forma cuando las cosas no salen como uno lo espera. Mientras uno haya hecho todo lo que tenía a su alcance para lograr el objetivo eso es lo que importa, la tranquilidad de decir: “bueno no se dieron los puntos pero tratamos de hacer lo mejor que podíamos”. Somos Las Leonas las primeras que queremos dejar siempre al país en lo más alto, porque como el argentino es exitista, nosotras también lo tenemos inculcado. Gracias a Dios venimos con una historia de muchos triunfos y muchos podios.
Personalmente, ¿qué tiene que tener una buena capitana?
Tiene que tener personalidad y ser un líder no sólo dentro de la cancha. Sus principios o decisiones tienen que estar alineados para y por el equipo. Creo que la palabra equipo es la primera que un capitán tiene que tener en mente. Debe ser también un termómetro y tener diálogo con el cuerpo técnico para poder transmitir cómo se siente el plantel. Es una persona que tiene que motivar, dar confianza, ser un apoyo para el resto cada vez que lo necesite y que el equipo pueda contar con esa persona si así lo necesita. Ser líder no solo con palabras, sino siendo un ejemplo en todos los ámbitos y sobre todo tener la facultad de lograr que el equipo sea una unión.
“Creo que la palabra equipo es la primera que un capitán tiene que tener en mente. Debe ser también un termómetro y tener diálogo con el cuerpo técnico para poder transmitir cómo se siente el plantel.”
Gracias a tu ayuda se está construyendo un merendero llamado Las Trincheras en Icaño, Santiago del Estero. ¿Cómo te sentís con este proyecto?
Hoy el deporte me dio la posibilidad de ayudar a los que más lo necesitan. En agosto viajamos a Santiago del Estero para dar inicio a este gran proyecto de ser embajadora de la Huella Weber y poder construir el Merendero Las Trincheras. Las condiciones de vida de los habitantes de Icaño son realmente muy humildes y dependen del comedor para alimentarse por lo menos dos veces a la semana en un terreno prestado por el municipio. Se reúnen 130 personas, solo con una tabla de madera y bajo un árbol, para brindar una comida. Y con este gran proyecto que ya arrancamos sabemos que vamos a cambiar la calidad de vida de todas estas personas. Cuando fuimos a visitar el lugar todos me recibieron con una alegría inmensa. Superó todo lo que pude imaginarme. Fue muy emocionante para mí y para todo el equipo que viajamos ver que este sueño comience a ser una realidad. Soy una privilegiada de ser embajadora de este programa y de formar parte de esta linda locura que te permite ayudar.