Está producción lo deja claro: la moda en la pantalla es un elemento narrativo más. en Cruella podemos ver increíbles vestidos, looks punks bien setentosos y una historia contada a través de las prendas y el color.

Por: @beluprieto | fotos: Disney


Hace unos días se estrenó en Disney+ la tan esperada película Cruella, con la que Emma Stone trae a la pantalla a Cruella de Vil, la villana de 101 Dalmatas. En esa ocasión, vemos la vida del personaje antes de lo que ya pudimos ver de ella cuando quería robarse a unos perritos para usar su pelaje para un abrigo. 

Aprendemos, por ejemplo, que su nombre original es Estella Miller, pero que su madre – por la crueldad de su hija – decide darle el apodo por el que todos la conocemos. Años después, el personaje interpretado por Emma Stone vive su vida a través de ambas personalidades: Estella y Cruella. Pero no vamos a decir mucho más, ya que no estamos acá para hacer ningún spoiler. 

Conocemos el detrás de escena, la juventud de Cruella en Londres en los 70s, y lo que la llevó a ser la persona en la que se convirtió. 

De lo que queremos hablar es del increíble vestuario de esta película y de la ingeniosa mente detrás de él: Jenny Beavan, una figurinista que se ha encargado del vestuario de grandes producciones y que hoy cuenta con dos Oscar, por Mad Max: Fury Road y A room with a view. El antagonismo claro entre estas dos películas no hace más que demostrar la creatividad y versatilidad de la talentosa vestuarista inglesa de 71 años.

A pesar de su mencionada versatilidad, Jenny confesó en una entrevista que su trabajo en el largometraje Cruella fue un desafío ya que estaba “fuera de su zona de confort”. Ella se siente más cómoda en las producciones de época, pero es evidente que estar en esa situación la benefició. Ver a Emma Stone en esta película de Disney es casi como ver un desfile de moda, en el que la única modelo lució 47 looks en total. Algo increíble. 

No solo vemos un desfile, sino que la misma historia se cuenta a través del vestuario. Enfrentada a Cruella en la película, está la baronesa von Hellman, interpretada por Emma Thompson. Estas mujeres son antagónicas en todo sentido: la primera atrevida en personalidad y estilo, y la segunda sobria y tradicional. Beaven reflejó esto perfectamente en los outfits para cada personaje y demostró el conflicto entre ambas a través del color. Por un lado, vemos a Cruella en tonos llamativos, particularmente en prendas rojas; mientras que por el otro la vemos a la baronesa en colores clásicos, nude. 

El trabajo como vestuarista de Beavan en esta ocasión no dejó nada que desear y superó expectativas. 

Está producción lo deja claro: el cine puede convertirse en pasarela. Y en esta época donde asistir a desfiles no es tan simple, creemos que ver y admirar prendas a través de una historia contada en la pantalla es una gran forma de seguir consumiendo moda.