Maria Virginia Godoy, más conocida como Señorita Bimbo, comenzó su carrera como maquilladora. Hasta que un día se cansó y decidió convertirse en actriz. Hoy hace stand up con Noelia Custodio y conduce junto a Malena Pichot y Martin Rechimuzzi Furia Bebe que se emite por Futurock. Además es una de las referentes feministas entre las chicas más jóvenes.
Texto. Stephanie Peuscovich Foto. Mariano Michkin
¿Te sentís parte de la transformación que vive la sociedad con el feminismo?
Mi visión es pequeña porque soy una mujer burguesa, blanca, heterosexual, cis y de Capital Federal. Ese es el feminismo que tengo y desde donde hago las cosas. En la última marcha era yo la que me sacaba fotos con las pendejas, porque decís ¡guau! 14, 15 años y están ahí.
¿Sos consciente de que tenés un público joven que te sigue y de la responsabilidad que eso implica?
Si. Instagram te dice cuál es tu fracción de edad y género, a mi me escuchan pibas de 14 años hasta los 25. Me prestan atención y eso es una responsabilidad pero también supongo que genera rispidez en ciertas personas que militan o laburan mucho, que saben mucho, que les pasaron muchas cosas, que a mi también, pero por las cuales deberían tener atención y quizá se preguntan “¿Por que esta mina está ahí?”. Yo trato de usarlo por lo menos para hablar de algunas cosas. A mi me pasa que me saludan las pibas, no los taxistas. Como son un público muy determinado es un vínculo con ellas de compañeras que estamos en lo mismo. También son las que te marcan agenda, te dicen podés hablar de tal cosa, nos está pasando tal otra, o te corrigen y aprendés.
“Hay que repensar el lugar de los varones dentro del feminismo, yo no creo que podamos cambiar el mundo nosotras solas”
¿Consideras que hay gente que se suma al feminismo solo para estar in?
Muchas se sumaron a la lucha por el aborto legal pero no lo encuadran dentro del feminismo. Estamos llenas de ejemplos de celebridades de Hollywood que se paran y dicen “esa pregunta no la voy a contestar”. Algunas mujeres de nuestro país tienen que hacerse cargo de lo que construyen en los medios y que está bueno que si te preguntan sobre tus dietas respondas “esto no te importa, tengo otras cosas de las que quiero hablar”.
¿Te resultó difícil llevar el feminismo al amor y las relaciones de pareja?
Es el último bastión donde se puede aplicar el feminismo. Estoy en pleno proceso, lucho con un montón de machismos míos y en el show de stand up me rio mucho porque leo mi diario íntimo de los 17 años, donde explico toda la idea de lo que para mi es el hombre de mi vida y básicamente es un femicida. Y me rio de eso porque también vengo de ahí, soy súper del amor y eso me mueve mucho, me desordena mucho. Ocupa un lugar importante en mi vida y es hasta astrológico, la pareja tiene un lugar para mi. Creo que el amor tiene que ver con las ideas de lo que una cree que merece, porque básicamente luchas siendo mujer para construirte un autoestima con un montón de piñas que atentan contra vos desde que sos chica. Y con esas ideas es difícil creer que mereces amor bueno. Me llevo mucho tiempo creer que alguien me podía amar bien y entender que eso era el amor y acostumbrarme a que no doliera y bancarme la calma de no sufrir. Es un proceso y voy aprendiendo con cada relación.
“Pregunté mucho en twitter a mujeres que son feministas qué problemas tienen en la cama y la mayoría respondió que nunca había llegado a un orgasmo”
¿Llegó a la cama el feminismo?
¡No!. Escribí sobre eso y pregunté mucho en Twitter a mujeres que son feministas qué problemas tienen en la cama y la mayoría respondió que nunca había llegado a un orgasmo. Cuesta mucho decirlo porque es el lugar de mayor vulnerabilidad y en donde una se enfrenta con esas ideas. Aunque creo que para las lesbianas si llegó, ellas están un paso adelantado. Por supuesto que las que estamos en esto lo estamos intentando, porque se habla, nos replanteamos qué queremos de verdad, qué nos gusta. El problema es que el deseo no nos pertenece, está totalmente oculto. Por ejemplo no sabes qué es lo que te calienta y hay mucho vacío y angustia en todas las preguntas que al encarar el feminismo te haces. Yo tengo momentos de decir ¡basta!, no quiero pensar más estas cosas. Cuestiones como la monogamia, si estoy con otro hombre: ¿Dónde está la traición?, ¿En el sexo?, ¿Se dice?, ¿No se dice?. Hay que pensar todo y es incómodo pero hay que hablarlo. También hay que repensar el lugar de los varones dentro del feminismo, yo no creo que podamos cambiar el mundo nosotras solas. Necesitamos que estén y que no sean el problema. Tenemos que sacarnos los prejuicios y hablar con ellos sobre los vínculos de parejas heterosexuales. Yo creo que hay que hacer paritarias cada un determinado tiempo y juntarse para preguntar “¿Es esto lo que querés?”. Sino reproducís la forma del vínculo establecido que significa que te ves 3 veces por semana, dormís en su casa, conoces a sus padres. Y es un devenir que no le cierra a todo el mundo y por algo también hay tanta gente infeliz. Creo que es más fácil ser sorora con gente que no estás de acuerdo, que aplicarlo en tus vínculos.
Brenda mato, la modelo curvy más conocida, se sacó una foto desnuda sosteniendo un cartel que decía “No tengo nada que ponerme”, ¿Consideras que la moda no incluye a los cuerpos no hegemónicos?
Para vestirte tenés que ir a las marcas satánicas de Uruguay o Chile y eso no está bueno. Yo he pasado inviernos con frío y veranos con calor por no tener ropa. Triunfé con dos vestidos, lavando uno y secando el otro (se ríe). No existe lo que viví cuando me fui a Chile: eso de agarrar perchas y decidir entre una cosa u otra, probarte la ropa y comprarla. Parece una estupidez pero si nunca lo viviste te da una alegría enorme. Siempre tuve que hacerme vestidos con modistas. Que la indumentaria y las revistas de moda sean una frivolidad es una cosa, pero la ropa que se pone una persona para vivir su vida, enamorarse, lograr cosas, ¿Cómo va a ser una estupidez?. Aunque decidas ponerte un jean y una remera eso es lo que vos decidiste. Tener ropa es básico, sobretodo porque te pasa de decir tengo plata y no me puedo comprar nada o no tengo plata y lo básico tampoco te lo podés comprar porque la ropa de talle especial es cara. En mi último viaje me compré una campera de jean y me generó mucha felicidad porque nunca había tenido una.
3 COSAS MACHISTAS QUE NO PODÉS SACAR DE TU CABEZA
.1.
Pensar, saber y creer que la pija tiene que ser grande. Perdón. Tiene que ser dura, estar parada y siempre lista. (risas)
.2.
El varón que me guste tiene que tener pelo y cosas así (risas)
.3.
A veces le pido a mi novio que se quede si viene un tipo a arreglar cosas como si él fuera un símbolo de cuidado. Y la verdad es que él va a salir corriendo y yo también (risas)
Arte: Vale Czerwonogora / Pelo: @misscherrylipstick