L´adessoLadesso

A casi siete años de la apertura de su primer local en la calle Bulnes, L´adesso mudó su propuesta al barrio de Palermo, en el Feel Buenos Aires Appartments, un espacio completamente renovado, con mayor capacidad y una ambientación más moderna. Las mesas revestidas de manteles blancos, sillas forradas en el mismo tono y la luz tenue que suavemente iluminan los cuadros de la artista Marisa Ciccioli, crean una atmósfera íntima y elegante, que invita a disfrutar de gratos momentos. ¿La constante que impera por sobre tanta novedad? El indiscutido talento y pasión de su alma máter Leonardo Fumarola.

Se distingue por sus delicias indiscutidas para las cuales utiliza los mejores productos que encuentra en el mercado como sémola italiana, tomate Divella, pescados frescos y del día, y quesos de excelente calidad. Para el comienzo no hay mejor camino que enmarcarse en el deleite de los Antipasti como Parmigiano reggiano 24 mesi con mostarda di pere, Parmigiano Reggiano de 24 meses con peras levemente piccante, Sardine beccaficu con scarola saltata e salsa all’uva passa (sardinas al estilo siciliano con escarola fina y salsa de pasa de uva), L’insalata di mare, pero’ tiepida (Ensalada de pescados y mariscos del día tibia con verduras crocantes) o Polipetti su crema di ceci e cicoria fritta (Pulpitos sobre salsa de garbanzos y achicoria frita). Los principales cuentan con pastas frescas realizadas en el local y secas de Divella, al igual que el tomate para hacer las salsas. Además, cuenta con opciones sin T.A.C.C, 100% italianas y aptas para celíacos. Bajo la denominación Primi Piatti se destacan los Ravioli di zucca con manteca, salvia e amaretti, (Pasta rellena de calabaza con manteca, salvia y polvo de amaretti); Scialatielli napoletani con cime di rapa e salsiccia (Pasta fresca de Napoli con grello y chorizo de cerdo) o Fettuccine con pesto di rucula, gamberoni e mandorle (Cintas de pasta fresca con pesto de rucula, langostinos y almendras) y para los que prefieren degustar un Risotto fresco, Risotto alle zucchine e menta con gelato alla ricotta di pecora (Risotto con zucchini, menta y helado de ricotta de oveja) y otros más. Los Secondi Piatti presentan tentadoras preparaciones protagonizadas por carnes y pescados como Cotoletta panata in grissini su fumo di erbe aromatiche, patate arrosto, cipolline all’aceto balsamico e salsa di sott’aceti (Bife de chorizo apanado en grissini sobre hierbas aromaticas, papas al horno, cebollitas al aceto balsamico y salsa de pikles); el Pesce di Paranza (el más fresco del día), servido con espinacas salteadas y salsa de taralli al hinojo selvático. El Dolci, se luce con preparaciones como Il Tiramisú con bísquet piamontés y café Segafredo; Semifreddo al limoncello con fragole fresce (Semifrío de limoncello con frutillas frescas) o Biscotto all’olio d’oliva, cioccolato, salsa mou e croccante di mandorle (Almendras, chocolate, salsa Mou y biscuit al aceite de oliva) o el clásico Cannoli Siciliani. Para acompañar estos platos L´adesso abre las puertas de su cava con capacidad para más de 800 botellas, para que cada cual se acerque y elija el vino para un maridaje personalizado y a gusto.

Otra de las novedades de L´adesso es la barra de tragos, desde donde marchan clásicos de la coctelería italiana como el Garibaldi; Negroni; Aperol Spritz y Milano Torino para disfrutar con aperitivos como Bruschettas con tomate y albahaca, Tarallini al Finocchietto, Paté de Hígado, Crema de baccala, café y alcaparras.

Puerta del Inca

Puerta del Inca

El 2 de enero del 2017, Puerta del Inca inauguró su local implantado en el histórico Pasaje Belgrano donde hoy se encuentra el Cassa Lepage Art Hotel. Su propuesta abarca destacados sabores peruanos en un ambiente agradable y tranquilo. El gran salón de Puerta del Inca, que mantiene intacta parte de la arquitectura del edificio histórico, resguarda mesas de madera con sillas tapizadas en color beige para 76 cubiertos. Una gran barra de la cual salen ricos cocteles y cerveza tirada, una imponente mesa para 12 personas y una sección con un destacable sillón Chesterfield negro.

Su sector al aire libre, con espacio para 16 cubiertos, se encuentra dentro de la galería del hotel, resguardando a sus comensales, sobre todo en horario diurno, de las transitadas calles de San Telmo. Por último, en el subsuelo del restaurante, se esconde un salón con mesa para 14 comensales que recibe festejos íntimos y reuniones privadas.  Su chef Luis Martínez Hizo, nacido en Perú, es el encargo de realizar los platos que aquí se degustan. Ubicado en una zona céntrica, Puerta del Inca recibe numerosos ejecutivos y oficinistas, que encuentran aquí el escape ideal. De esta manera, ofrece un menú especial para el mediodía, a tan solo $280, que incluye entrada del día, principal y postre o café. Entre sus opciones se encuentran deliciosas preparaciones cómo Ceviche Callao (Pesca del día marinada en jugo de limas, ajíes, batata glaseada y maíz frito), Lomo Bucanero (Lomo a la plancha con guarnición de risotto amarillo y salsa de vino tinto) y Chuleta de Cerdo (Costillitas de cerdo al horno con guarnición de puré de papa y sansa anticuchero).

Por la tarde invita a deleitarse con una serie de preparaciones típicas peruanas ideales para este momento del día con un 2×1 en cocktails. Así, su menú se transforma y exhibe una gran oferta de Sándwiches en Tremezzinis (pan de migas aderezadas con mayonesa y crema), en Baguettes y en Ciabatta y opciones de croquetas, bruschettas, tapas, pinchos y tablas para compartir. Con la llegada de la noche, Puerta del Inca vuelve a su estado natural con su propuesta culinaria que se enriquece de manera sustancial. Para comenzar se recomiendan las entradas, frías o calientes, donde se encuentran suculentas preparaciones como Ceviche Cremoso (Dados de salmón rosado marinados en jugo de limas, crema de ají amarillo, chips y maíz frito), el Tiradito de Lenguado (Lenguado marinado con jugo de limas servido con crema de ají amarillo, rocoto, batatas glaseas y maíz frito) o Pulpo a las brasas (Pulpo marinado en especias a la parrilla, con puré de papas rústicas al ajo y salsa anticuchero).

De la carta,  los Pescados y Mariscos se destacan con el Lenguado del Inca (Filet de lenguado al vapor con langostinos en salsa de hinojo al anís, acompañado de puré de papas con corona de hojaldre y servido sobre una ostra gigante) o la Parrilla de Mariscos ideal para compartir (mariscos a la grill, acompañado de verduras, batata al horno, aromatizados con chimichurri de perejil). Las Pastas y Arroces no faltan, cómo el delicioso Sorrentino (Masa al huevo relleno de langostinos, calamares, camarones en salsa huancaína) o Arroz con Mariscos (Mariscos estofados en ajíes, arvejas, morrones y cilantro). Otras opciones por demás interesantes son el Lomo Salteado a la Pisco (Tropezones de lomo fino, cebolla, tomate, salteados en salsa de soja, acompañado de papas fritas y arroz) o la Ensalada Pachamama (Lechuga, queso, huacatay, salmón ahumado, tomate, zanahoria y vinagreta de mostaza).

 

GrowlersGROWLERS

Desde el 1 de diciembre de 2017, las mejores cervezas artesanales del país llegan Caballito de la mano de Growlers. La cervecería que pisa fuerte en Palermo eligió este barrio para abrir su segundo local, llevando allí su espíritu callejero, informal, pero a la vez exigente y colaborativo, junto a una cocina simple y sabrosa con la cual esta bebida se lleva muy bien. Así, honra a su propio nombre y lema: ser un medio de transporte no sólo de productos, sino de ideas, sentimientos y pasiones. Con 30 canillas de cerveza artesanal, cuidadosamente seleccionadas por sommeliers y a su vez rotativas, reafirma ser un extraordinario espacio para descubrir numerosas variedades, aromas y sabores de esta bebida  y, también, ser un punto de encuentro entre productores nacionales y quienes desean disfrutar una buena y relajada salida.

Su nuevo local se descubre en la calle Doblas, a metros de Goyena. Es un espacio de altos techos, profundo y abierto a la calle, la que parece integrarse a lo que se convertirá en un callejón de sensaciones. Cuenta con un sector en planta baja, un entrepiso, un patio de invierno y otro abierto, en los cuales puede optarse por mesas y bancos bajos, tradicionales, barras altas, mesas comunitarias y hasta un deck que invita a sentarse como si uno estuviera en el cordón de la vereda. Todo este ambiente está influenciado por el street art que se percibe en las paredes rotas, descascaradas y con leyendas, en las luces de neón, el hierro, la chapa oxidada, la madera paraíso natural de su mobiliario, las señaléticas de calle y los grandes murales. Estos últimos sobresalen en especial: en el ingreso un jardín pintado de forma vertical, psicodélico, alegre y divertido une la pared exterior con la interior, en el patio, una segunda obra genera la sensación de libertad y despojo y, en el entrepiso, la técnica de arranquismo, cuando la gente arranca los carteles de publicidad en la calle, invita a la libre interpretación.

En cada rincón de esta cervecería y servidas desde una larga barra de hierro y cemento alisado, se disfruta una numerosa variedad de cervezas. La misma, más allá de su rotación, siempre contempla sugerencias que van desde la alta tomabilidad hasta otras de sabores más complejos, percibiéndose diversos estilos como Lager, Honey, de Trigo, Belgian, Weisse, APA,  pasando hacia las IPA, Barley Wine, Dubbel y llegando a otras como Stout, Imperial Stout, Porter y Amber Ale.  Una de las canillas, a veces más, se destina especialmente a algún homebrewer que realice bachs pequeños, permitiendo así que amantes de la cerveza que elaboran poca producción también tengan la posibilidad de llevar su cerveza a un bar por el tiempo que dure el barril.

Todas, las 30 canillas, se disfrutan durante el happy hour, cuando se la ofrece a un valor especial de $60 la pinta. Esto sucede de jueves a domingos de 18 a 21 horas, y martes y miércoles en horario extendido, de 18 a 22.  Además, de este numeroso canillero, se destaca que una de las canillas se reserva a la sidra, también rotativa.

Su barra además incluye cocktails clásicos y una sección de imperdibles mezclas con cerveza, como Ipa Manhattan, con burbon, IPA, Aperitivo Rosso, Angostura y Cereza ($120) e Irish Red, que combina whisky Jameson, irish red y pomelo ($120). Y como tampoco podía faltar, se puede ordenar una exquisita a base de sidra con limonada, té negro y romero. Mientras se bebe escuchando indie y british rock, puede degustarse una cocina informal y casera, con combinaciones pensadas para acompañar cerveza, simples y sabrosas, ofrecidas con un servicio ágil, ordenadas en la barra y acercada por el equipo de runners.

Son muy elegidas las burger, en pan de masa madre, como las de carne, un blend de 50% bife de chorizo, 30% tapa de asado y 20% bondiola de cerdo, con queso azul caramelizado, cebollas asadas bourbon, pesto de rúcula, maní tostado y pepinos agridulces ($150), por ejemplo. También ofrecen una con medallón de falafel y otra de cordero. Todas pueden ordenarse en combo ($190), con papas fritas y pinta de cerveza. Además en panes de masa madre, una propuesta contundente son los choris ($120), de puro cerdo con un leve picor ahumado. En dos versiones, se sugieren un clásico y otro con una vueltita de sabor: con queso azul, tahine de sésamo, chutney de peras y cebolla morada. Los acompañan unas crujientes papas fritas.

 

Hell´s Pizza Hell´s pizza

Hell´s, la nueva propuesta de pizza “por slice” en Palermo, nos transporta al Soho Neoyorkino con una propuesta novedosa donde se respira un espíritu joven y urbano, característico de la ciudad que nunca duerme. Se creó una propuesta nueva que siguiera la tendencia “street food” y que apuntara a un público millennial,  imponen en Buenos Aires el concepto pizza por porción New York style.

El local de la calle Humboldt tiene una fachada de líneas simples con un patio de cemento, elevado al frente, que contiene 2 amplias mesas de madera para compartir. Sus puertas totalmente vidriadas con marcos de hierro negro, se abren de par en par, permitiendo que el salón principal se funda con su patio delantero. La ambientación interior remite a un estilo “street” con llamativos graffitis y gran presencia de neón, pisos de cemento alisado, paredes de ladrillo a la vista y cielo raso de hormigón, de donde cuelgan lámparas de estilo industrial. En este espacio se reparten mesas de madera en distintos niveles, algunas comunales para compartir y otras bajas con sillas negras de chapa. En el medio del salón se despliega una gran barra en forma de L con revestimiento de chapa y mesada de cuarzo grises. A su  izquierda se apoya la gran cúpula de vidrio donde se disponen las coloridas pizzas y detrás, una gran pizarra luminosa anuncia el menú. En el lateral se alojan las canillas de cerveza artesanal, todas  decoradas con divertidos motivos. Dos amplios pasillos a los costados de la barra conducen al salón trasero, ideal para quienes deseen más intimidad o para reuniones de amigos, con cómodos livings y mesas altas para compartir. Allí, un llamativo jardín vertical refresca el ambiente que tiene vista al patio externo, con 2 mesas grupales rodeadas de plantas, spot ideal para disfrutar en ésta época del año.

El menú de Hell’s Pizza es protagonizado por 8 variedades de pizzas de estilo americano, que, a diferencia de las de estilo local, tienen un mayor tamaño (45 cm de diámetro) y parten de una masa que contiene semolina, cuya particularidad es su largo proceso de levado en frío. Se cocinan en hornos a la piedra especiales, que al tener un techo bien bajo generan más calor, obteniendo como resultado  una masa flexible y con mucha presencia.

Entre las pizzas “by the slice” se encuentran la Lincoln ($50), la clásica de mozzarella; la icónica americana Obama ($60), con mozzarella y pepperoni; la spicy Hell´s ($60), especialidad de la casa, con jalapeños, mozzarella ahumada, salsa chipotle con la opción de agregarle bacon. Para los fans de los vegetales, hay opciones muy interesantes como la Garden ($60), con verduras orgánicas de estación y queso brie y la Hoover ($60) con mozzarella, zucchini, berenjena, tomate y ricota y la novedosa opción vegana: la Nixon ($60) con quínoa, hummus y palta. Como opciones más gourmet se puede optar por la Jackie Kennedy ($60), con portobellos, cebolla morada, que se puede pedir con o sin panceta y la Giuliani ($60) con mozzarella de búfala y albahaca. Por un valor extra es posible agregarles toppings adicionales, entre los que se puede elegir huevo a 63°C, queso de cabra, jalapeños, tomate caramel, entre otros.

OsakaOsaka Palermo

Con más de una década dedicados a la cocina nikkei, Osaka desembarcó en la ciudad de Buenos Aires en los años 2005 y 2012 en las zonas de Palermo y Puerto Madero. Bajo la inspiración de sus sedes en Lima (Perú) y del resto de sus locales, Osaka despliega su estilo moderno e innovador en cocina nikkei: dos culturas milenarias (peruana y japonesa) que asimismo conllevan dos concepciones del mundo, las cuales se fusionan obteniendo sabores nuevos y técnicas en constante evolución. Los mismos creadores definen Osaka como “un restaurante de cocina nikkei moderno y creativamente innovador”. Vaya a donde vaya, sea cual sea el destino, Osaka recrea en cada una de sus sedes (Lima, Perú; Santiago de Chile, Chile; San Pablo, Brasil; Quito, Ecuador; Bogotá, Colombia; Buenos Aires, Argentina) el verdadero arte de la cocina nikkei.

En la esquina de Soler y Fitz Roy en el barrio de Palermo, Osaka habita una típica casa de barrio que ha sido reacondicionada para prolongar la esencia de su original en Perú. Los materiales que allí predominan son madera de Guatambú, Guayuvira y Fresno, piedra y agua, todos elementos de una decoración de inspiración peruano-oriental, que acompañados de una luz tenue y una musicalización especial, brindan una cálida atmósfera ideal para el disfrute. Desde la barra de cocktails marchan preparaciones para un maridaje sublime, y el sushi bar con banquetas se convierte en la mejor opción para los curiosos que deseen ver al itamae en acción. Para los días cálidos, su terraza al aire libre es uno de los spots más concurridos.

Bajo la propuesta de una cocina nikkei, Osaka ha sabido imponer su nombre como sinónimo de una gastronomía cinco estrellas, cocktails que maridan exquisitamente y una ambientación única que acompaña de manera armoniosa la gastronomía del lugar y emparenta a las distintas sedes entre sí. En su carta aflora una intensa mixtura de sabores, texturas y aromas; cortes y métodos de cocción. De la mano del chef Eddie Castro, se destacan preparaciones “OSK Specials” como Guy Katsu Criollo, carne de wagyu empanizado, un plato clásico japonés que en Osaka tiene la característica de elaborarse con salsa tonkatsu infusionada al ají amarillo y fideos soba de trigo integral y Tako Chimiyaki, un pulpo con doble cocción, confitado y a la parrilla, que se ofrece con un chimichurri especial al estilo de la casa, ají amarillo y togarashi con chips de papas. En la sección tapas, se sugieren opciones exquisitas como Unagui Kabayaki, anguila preparada a la brasa, con kyuri, shari, un plato que tiene la particularidad de que el cliente arma su propio temaki con alga nori y Ika Karaage, chipirones crocantes con furikake y tartar nikkei, entre otras.

La Nikkei Bar propone cinco variedades de ceviches con opciones para todos los gustos como el picante Wasabi, pulpo, langostinos, pescado blanco en ligera salsa cítrica al wasabi y Ceviche OSK, truchón y ovas ikura con batata frita y ponzu ahumado con hojas plátano y katsuobushi – virutas de bonito ahumado entre otros que pueden saborearse en una Degustación seleccionando tres de las propuestas. Entre las 6 variedades de tiraditos seducen versiones como el Sake Lime, que emplea un corte especial del salmón, la panza o lomo alto, con trufa blanca, piel de lima y sal o Perú, de pescado blanco, emulsión de ají amarillo ahumado y batata crocante. Además, el talentoso itamae Rodrigo Ferrer elabora variedades sumamente creativas con salsas sofisticadas que acompañan de manera exclusiva a cada pieza. Los nigiris más destacados son Yuzu Beef, de wagyu a la parrilla, yuzu kosho (condimento japonés), negi y lima, porque la carne de wagyu se prepara con una manteca de salsa de anguila dando un distinguido sabor ahumado y el yuzu kosho que aporta exquisita frescura, Buta, de papada de cerdo, con salsa de soja y pisco y, entre los makis y temakis no puede dejar de mencionarse a Crispy Quinua, con langostino batayaki, quinuas crocante y tograrashi . Pero si la idea es hacer un recorrido por todas las estaciones de esta barra de sushi, la mejor opción para compartir entre 2 o 4 es Omakase, la sugerencia del chef para degustar sashimis, sushi, tiraditos y hosomakis (makis más delgados).

 

 

Raval WarehouseRaval

Raval Warehouse es un restaurante ubicado en el Bajo de San Isidro con cocina internacional de fuerte inspiración norteamericana, pero con influencias de todo el mundo. Se distingue por su onda retro y la gran variedad de platos: Tapas, hamburguesas, ceviches, Poke Bowl, ensaladas, carnes y sandwiches. Además de la variedad de platos y su toque gourmet y callejero, Raval tiene una imponente barra donde preparan tragos de todo tipo, spot ideal para ir en pareja o con amigos en alguna ocasión especial. Su estética mezcla diversos elementos decorativos que definen a Raval: un bar-restaurante retro con paredes cubiertas por objetos vintage como posters, fotografías, neones y una “Raval TV” conformada por varios televisores antiguos que pasan videoclips y cortos sobre el lugar, con  indie rock y funky de fondo. Su estilo ecléctico se completa con sillones modernos y Street Art en forma de grafitis y murales. Su iluminación es tenue y de distintos colores, creando un clima íntimo y descontracturado.

Raval Warehouse tiene una cocina de viajes, una cocina que atraviesa los meridianos. Con inspiración de oriente, medio oriente y Latinoamérica, ofrece platos que se pueden encontrar en las calles del mundo. Para poder fusionar los sabores de todas esas experiencias culinarias, Nacho García Lucero, su chef ejecutivo, se concentra en los productos y en ciertas técnicas, que combinadas a su manera, van a permitir disfrutar de una comida diferente, simple y con sabores que ya se conocen, pero que serán imposibles de olvidar. Aquí se propone una comida para disfrutar y en lo posible, para ensuciarse las manos. Se destacan las tapas en la carta, con una amplia variedad ideal para compartir: Hummus con pan de medio oriente; Falafel con tahine; Chicken snacks; deliciosas croquetas de morcilla con alioli de cebollas asadas; Milanesas de langostinos con ensalada ácida; las clásicas papas ravaleras con alioli y romesco; o Croquetas de risotto con alineo de azafrán.

Los amantes de la comida fresca de mar, también tienen opciones en Raval: Tataki de salmón rosado con salsa de ostras, semillas de sésamo, wasabi y brotes frescos; El clásico Poke Bawl con arroz, alga Nori tostada, sésamo, palta y queso crema; También 2 deliciosos ceviches: El Ceviche clásico con pesca blanca, leche de tigre, cilantro, lima y limón con canchita tostada; y el Ceviche Tropical, con salmón rosado, naranja, lima, cilantro y garrapiñada de maní.

Los fuertes son varios: Entre las opciones más destacadas, está el Cordero Braseado con puré especiado de zanahorias, merengue, cilantro y menta; Milanesa de cerdo con hueso, con fideos ramen, huevo soft y ensaladita de verdes; El arroz horneado con langostinos, alioli, limón y perejil o la pesca del día con la guarnición que elija el chef, si lo elegís, no olvides consultarla!

LekeitioLekeitio

Dicen que para elegir profesión, uno tiene que tomar lo que mejor hace y explotarlo al máximo. Este es el caso del joven cocinero vasco Shanti Aboitiz, quien en junio de 2016 abrió en el barrio de Chacarita un Bodegón Vasco que ofrece una experiencia para disfrutar con familia, amigos y vecinos, donde se come y se bebe bien, a un precio apropiado. El Bodegón se emplaza en un gran salón para 60 comensales con sillas y mesas de madera, algunas altas y otras comunitarias, y una gran barra con banquetas a lo largo de todo el espacio. En las paredes, a través de fotos, cuadros y objetos, se puede recorrer la historia familiar de los Aboitiz y también la de varios de los empleados del restaurante, siempre vinculado a la gastronomía. Además, al fondo se abre un patio rodeado de plantas que invita a disfrutar, resguardado por un fogón que está siempre prendido en las noches frías.

La carta de Lekeitio se divide en dos propuestas que logran una interesante sinergia: platos clásicos y platos de estación que varían cada cuatro meses, de acuerdo a los productos de temporada. Tanto las raciones (entradas) como los principales, son una reversión de la cocina vasca, adaptada a los productos locales, principalmente ingredientes de mar, pescados y mariscos, pero también carnes y opciones vegetarianas.

La Tortilla de papa bien babé ya se transformó en una clásico entre sus clientes habituales, se puede pedir con chorizo colorado. El Bonache de Nico, Mejillones de Zarauz o Picadita Vasca y el delicioso Nem de Morcilla, se cuentan entre las raciones. Los principales son suculentos, con opciones tales como el Pastel de papa y carrilleras al malbec, o el Contrabando de Txipirones: un plato clásico de la familia Aboitiz que consiste en chipirones rellenos con morrón, cebolla y chorizo, en su tinta, y se sirve con arroz pegado. O la Señora Milanesa: enorme, de ojo de bife empanado con panko, cuya carne está marinada en mostaza dijón y especias, servida con ensalada mixta y alioli casero (mayonesa de ajo).

La Marla mar

Tras largos meses de espera La Mar, reconocida cebichería peruana, abrió sus puertas en Buenos Aires. Creado por Gastón Acurio, uno de los más importantes referentes gastronómicos de la actualidad, logra ser una réplica fiel de su casa central en Perú, siendo ésta, la sexta sede que abre en América, junto con Bogotá, Miami, San Francisco, Santiago de Chile y San Pablo. La Mar promete ser una fiesta para todos los sentidos, con su cómodo mobiliario, destacable servicio personalizado, música latin jazz de fondo y una insuperable propuesta gastronómica concebida para compartir. Cada uno de los detalles, fue pensado y estudiado minuciosamente, en búsqueda de ese diferencial. A su vez, ofrece una destacable relación precio/calidad que continúa la línea de la filosofía central de la marca: “Lograr que nuestros clientes sientan que recibieron más de lo que pagaron.”

Dividido en 3 espacios bien diferenciados; por un lado se encuentra el salón principal, con una capacidad para 30 cubiertos, de diseño moderno con cálidos colores pastel y piso de interlineado en blanco y negro, despliega grandes mesas de madera negra con sillas Eames de pana y cómodos boxes custodiados por llamativas lámparas de hierro. La barra cevichera protagoniza la escena, resguardando piezas enteras de pescado e invitando a disfrutar de ceviches y tiraditos. Con capacidad para 100 cubiertos, el patio es sin dudas la vedette del restaurant. Logrando transportar a sus comensales a un lugar único, con mesas y sillas de madera, y una gran barra exterior que abraza árboles de más de cien años , siendo el lugar donde se disfruta de los mejores cócteles.   Por último, se encuentra “el privado”, un salón para 30 comensales, con la particularidad de estar dentro de la cava, y pensado para situaciones de festejos íntimos, con baño propio y entrada totalmente independiente.

Para comenzar se recomiendan las entradas, gustos o antojos, en La Mar nombrados como Piqueos Limeños, donde se encuentran exclusivas preparaciones como Empanadas de berberechos con su toque de ají y limón, Trucha burgers, con ensalada nikkei y cremitas peruanas, Sanguchitos planchados con bondiola adobada, salsa criolla, lechuga y salsa tarí, Wantanes rellenos de mariscos en salsa de tamarindo rocoto, y muchas más opciones.

De la carta, los Cebiches son la estrella, sus más de 6 variedades poseen mucha personalidad y un sabor sin igual. Lo siguen los Tiraditos, Makis y Niguiris, ideales para comenzar el festín. Luego es obligado el paso por la parrilla de anticuchos, con opciones de pollo, trucha y/o mollejas de corazón. Las Causas, el plato típico peruano son una opción muy tentadora, en sus 4 variedades, se recomienda la Chalana de Causas que viene con todas las variedades de causitas. Otra opción es pedir Pescados Enteros, la variedad dependerá de los caprichos del mar, ya que solo se sirve la pesca del día para garantizar la frescura de la misma. La forma de comerlo la elige el comensal, se puede optar pedirlo A la brasa, con manteca de ajo y alcaparras, A lo macho, a la planta con salsa de mariscos picante, Chifero, con relleno de chi jau kay y bañado en salsa de canela china o Angeli, con su piel crocante y asopado en leche de tigre y mayonesita de vieiras, entre otros.