Durante los últimos meses, la mayoría de nosotros nos adaptamos a una nueva modalidad de trabajo, el tan conocido Home office. Pero… ¿Juega a favor de lo que sucede tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente?
En esta nota, te compartimos data fundamental para que puedas seguir cumpliendo con tus responsabilidades cotidianas sin descuidar ni tu bienestar ni tu placer. ¡Tomá nota!
Texto: @carotopolaperiodista / Fotos: Freepik
A raíz de la cuarentena obligatoria, la mayoría de nosotros tuvo que quedarse 24/7 en su casa y, por lo tanto, pensar de qué forma le gustaría ambientar el espacio en el que iba a tener que pasar no solo momentos de ocio, sino también laborales. Sin dudas, esto fue un gran desafío para todos y una oportunidad de ser más conscientes de nuestra calidad de vida.
Desde la Universidad Oberta de Catalunya detectaron que el 96% de las empresas de América Latina decidieron que los empleados permanecieran en sus hogares. Y a raíz de esta información, realizaron varias investigaciones para ver de qué forma podían ayudarnos a aquellos que tuvimos que cambiar hábitos a la hora de desarrollar nuestra profesión en este contexto.
Consejos prácticos:
- La regla del 20-20-20. Dejá de mirar la pantalla cada 20 minutos, cambiá la mirada hacia un objeto que esté a 6 metros, y sostenelo por 20 segundos. Además, es importante no abusar del modo oscuro en las pantallas ya que el contraste de letras blancas sobre fondo negro puede provocar que tengamos que forzar más la vista con el paso del tiempo.
- Sumemos un gesto automático que nos saque de la rigidez a la que estamos acostumbrados a la hora de trabajar con la computadora. Podés colocarte un cartelito que te invite a parpadear cada cierto tiempo para instalar el hábito.
- Creá un entorno agradable para evitar problemas emocionales. Está comprobado que lo que ves a tu alrededor condicionará tu estado anímico. Si ves desorden no vas a estar bien predispuesto para desarrollar las actividades cotidianas y, en algún punto, ese caos externo se trasladará a tu interior. Sumá algún objeto decorativo que te haga sentir bien, colocá alguna que otra planta cerca, y tratá de no tener los claves enrollados o tirados por el suelo.
- No midas tu productividad ni la de tus empleados permanentemente con aplicaciones . Confiá en vos y confiá en los que trabajan para vos. No es necesario sumarle una exigencia extra a este momento de incertidumbre y cambio. Lo estás haciendo bien y los que trabajan para vos también.
- Cuidá la circulación y la espalda. Evitá cruzar tus piernas durante demasiado tiempo y estar sentado durante más de dos horas seguidas sin cambiar la forma en la que te encontrás.