Luego de un poco más de 16 horas de debate y casi sin sorpresas, la Cámara de Senadores rechazó el proyecto de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) que tenía media sanción en diputados. Treinta y ocho votos negativos contra 31 a favor, dos abstenciones y una ausencia fue el resultado que dejó la sesión. El radicalismo fue el bloque que más se opuso a la IVE: 9 de 12 senadores votaron por el no. Lo siguió Cambiemos con 8 votos a favor y 17 en contra.
texto. Stephanie Peuscovich / @stephiepeusco
Según el artículo 81 de la Constitución nacional todo proyecto de Ley que alguna de las Cámaras rechace se puede volver a presentar al siguiente año. Es decir que el debate por la IVE recién tendrá lugar en el 2019, un año electoral que mantendrá a los mismos senadores que eligieron la clandestinidad de los abortos: desde ahora se plantean las dificultades, quizá el 2020 sea una mejor opción.
Ayer en vista del rechazo de la Ley, uno de los diputados oficialista del grupo de “L@s soror@s”, Daniel Lipovetzky, planteó la posibilidad de hacer uso del artículo 40 de la Constitución a través de la consulta popular. Hoy el jefe de gabinete Marcos Peña desestimó la propuesta aunque admitió la posibilidad de modificar la legislación sobre aborto en la reformas al Código Penal que presentarán el 21 de agosto. La propuesta tiene que ver con eliminar la prisión para las personas gestantes que se realicen un aborto pero continuar con la clandestinidad de la práctica sin el amparo del Estado.
Cuando finalizó la votación que le dijo no al aborto legal, la vicepresidenta de la república Argentina Gabriela Michetti, olvidó una vez más su micrófono prendido y festejó: ¡Vamos todavía, vamos!. En la calle alrededor de 1 millón de personas identificadas con la ola verde se entristecieron al ver que los legisladores no están a la altura de las circunstancias. Mientras tanto sigue vigente la Ley sancionada en 1921 que legaliza el aborto solo por causales.