Junto a su padre Daniel se propusieron hacer el mejor helado del mundo y lo que comenzó como un hobby se convirtió en un éxito rotundo. La tecnología de punta, los mejores ingredientes seleccionados con minuciosidad, locales de ensueño y unos Ice Pops muy “Instagrameables”, los catalogó como los “Ice cream masters“. 

Texto. Florencia Garibaldi / Foto. Mariano Michkin


Como siempre el destino hace de las suyas, a Christian lo esperaba algo que no imaginaba. Como empresario se dedicaba al management deportivo y su actividad principal era manejar jugadores de fútbol. Viajaba mucho y observando notó que en las heladerías de todos los países siempre había lo mismo. “Con mi papá armamos Lucciano´s como un hobby. Lo primero que hicimos fue investigar e ir rompiendo con ciertos mitos, como por ejemplo el tema de que siempre hay un maestro heladero que tiene la receta secreta milenaria. El primer local lo pusimos en Mar del Plata en una zona poco tradicional, en un barrio, y rápidamente se convirtió en un punto de encuentro de un público ABC1”, cuenta.

Si bien comenzó como una actividad secundaria de la familia, en la que cada uno seguía haciendo lo suyo e iban cada 45 días a la fábrica, abrieron uno o dos locales por año. Lucciano´s robó protagonismo, desembarcó en Buenos Aires y el crecimiento fue explosivo, algo que no esperaban. De recibir seis pedidos de franquicias por día, pasaron a uno por hora. Por eso, tuvieron que hacer una gran movida e inaugurar locales muy rápido para posicionarse y que no los pudiesen copiar. “Para los traslados desarrollamos una logística complicada, porque los helados vienen en unos baches de policarbonato y es muy frágil. Los que sabían del tema nos decían que iba a llegar todo mal, que íbamos a perder la calidad. Rompimos con eso y logramos que el camión viaje a donde sea”, dice Christian orgulloso.

Cada vez que Lucciano´s instaura una nueva sucursal se produce un fenómeno único que hasta ahora en Argentina sólo había sucedido con Starbucks: que haya horas de cola para comprar el producto. Conquistaron todos los paladares. “Los helados son muy amigables con las redes sociales, porque cada persona que se compra un ice pop le quiere sacar una foto para subirla. Es publicidad con costo cero que se viraliza sola. La ventaja que tenemos es que además las celebrities, que les cobran a las marcas por hacer posteos, con nosotros los hacen porque son fanáticos y realmente les gusta”.

Christian considera que no existe helado de mayor calidad en el mundo. Parte del éxito es que se focalizan en viajar y seleccionar los ingredientes e insumos especialmente y van reemplazándolos a medida que encuentran mejores. Incluso ya hacen órdenes customizadas para ellos. Recientemente trajeron diez tipos de chocolates diferentes de Perú, de Uganda y Madagascar, entre otros, para brindarle al fanático una experiencia más superadora. Además, están por cerrar un contrato con Universal Studios para obtener la licencia de Mi Villano Favorito por el famoso ice pop de Minion.

“Nuestros helados son muy amigables con las redes sociales, porque cada persona que se compra un Ice Pop le quiere sacar una foto”

Para Christian es muy difícil imitar a Lucciano´s porque tiene barreras de entradas muy altas, costosas y se sienten tranquilos porque llevan la ventaja de tener el know how de tantos años para saber cómo hacerlo. “Si trabajásemos con baldes como todos, tendríamos el triple de locales y todo sería más simple. Encima, los ice pop, se hacen uno por uno de forma manual y te limita la capacidad de producción. Investigamos cómo podríamos mejorar nuestro proceso productivo, pero estamos muy limitados porque no existe aún tecnología para eso. Somos el cien por cien de la artesanalidad”.


PALABRAS MAYORES

“PARA EMPRENDER DEBÉS PONER EL CORAZÓN, PASIÓN Y PERSEVERANCIA. HAY QUE TENER INSTINTO Y CREER EN EL PRODUCTO. ESTATE ATENTO A LO QUE EXISTE EN EL MUNDO Y ENCONTRÁ CÓMO DIFERENCIARTE. VIAJAR ES LA UNIVERSIDAD DE LA CALLE”