Si tuvieras que describirte en una palabra, ¿cuál sería?

Me gusta mucho la palabra búsqueda porque me parece que siempre estoy moviéndome en busca de algo y en el camino voy encontrando cosas pero nunca algo final. Lo importante es estar en moviéndose, crear cosas y buscar. Creo que todo es una búsqueda. Estoy en ese camino. No estoy tratando de encontrar algo realmente porque cuando deseás una cosa y eso sucede ya estás deseando otras. Entonces me gusta pensar como que siempre va a ser una búsqueda.

¿Qué implica estar presente a través de tu arte en diferentes partes del mundo?

Es algo que me encanta y aprecio. Valoro mucho las posibilidades que se me dan en la vida. Disfruto del intercambio cultural, de poder aportar desde lo que soy o lo que hago a otras personas u otras culturas y que siempre en esas situaciones es algo de igual a igual. Pintar en la calle es una actividad social y todo lo que pasa alrededor influye directamente en lo que estás haciendo. Más allá de estar pintando sola, siempre repercute lo que está pasando. Está bueno que haya intercambio cultural.

¿Por qué elegís las paredes como lienzo?

Está bueno poder expresarse y la calle es un lugar que la gente elige para expresarse. Cuando la gente está muy contenta o está muy enojada se reúne en la calle. Es el lugar de todos, lo público. Es una oportunidad para mostrar lo que hacés y compartir las expresiones de un barrio, un pueblo o un país. Además disfruto más pintando en grande que en chiquitito.

En tus obras, ¿predomina algún concepto en particular o buscás una particularidad para cada uno de ellos?

No, por lo general mantengo algunos elementos por el motivo por el cual pinto. Me gusta expresar cosas que tengan vida y que expresen fuerza o movimiento relacionado a la búsqueda. Por eso casi siempre utilizo formas y figuras orgánicas, animales, plantas. Mi motivación nace de transmitir algo vivo, algo que tenga vida.

¿Cómo descubriste cuál era tu pasión?

Estaba estudiando en la UBA Diseño Imagen y Sonido y por ciertas situaciones que me pasaron en la vida no muy agradables tuve que buscar algo que tenga sentido, cómo usar mi tiempo con algo que lo valga. Una amiga me regalo aerosoles y salí a pintar con unos chicos a la calle y ahí me di cuenta que me encantaba pintar y que era mi manera de expresarme. A partir de ahí lo empecé a hacer, a comprarme pintura, a esforzarme por salir y pintar paredes. Cuando descubrí todo lo que sucedía en la calle me enamoré de eso y decidí que me iba dedicar a eso.